La diputada socialista Carmen Acuña ha presentado hoy una proposición en el Parlamento de Galicia para procurar que Alberto Núñez Feijóo, "que anda de plató en plató de moderado", se tenga que pronunciar con su voto sobre la reforma de la ley del aborto que pretende el Gobierno central.
La proposición pretende que la Cámara gallega inste a la Xunta a solicitar del Ejecutivo español que no apruebe el anteproyecto de ley orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada.
Para Acuña, la ley en vigor, de plazos, respeta la decisión de la mujer, mientras que la propuesta de reforma las obliga a ser madres y, en los supuestos que contempla, muchas quedarán fuera de plazo, de manera que su tiempo se irá "entre consultas", en un referencia a la novela de Dueñas, ahora en serie televisiva, "Tiempo entre costuras".
Para la socialista, la actitud de Núñez Feijóo es de un "cinismo intolerable", cuando fue el primero en legislar a petición de las asociaciones de defensa de la vida y "no ha movido un dedo" en la aplicación de la actual normativa.
En este sentido, recuerda que la conselleira de Sanidade no ha respondido a las preguntas de su grupo sobre si existía alguna disfunción en Galicia para su aplicación o el número de médicos que han presentado objeción de conciencia.
Tras reiterar que Núñez Feijóo "siempre votó en contra" cuando se plantearon estas cuestiones, como en el caso de la plataforma por la defensa del derecho a decidir, resaltó que ha aumentado las subvenciones a las asociaciones provida, hasta los 888.976 euros del fondo social europeo de 2007-2013, y que el grupo del PP ha pedido la comparecencia en la comisión de igualdad de las monjas oblatas y adoratrices.
Rechazó que el presidente de la Xunta esté por el consenso, sino que -dijo- el consenso está en la ciudadanía española y en toda Europa, y tampoco lo hubo con su partido en el 85, como apunta que dice Núñez Feijóo, ya que votó en contra y la recurrió ante el Tribunal Constitucional.
Para Carmen Acuña, la normativa que pretende el PP es una vuelta al siglo pasado y a la diferenciación de mujeres ricas, que podrán viajar al extranjero a abortar, y las pobres, que lo harán en la clandestinidad o tendrán hijos "modelo sor María", para entregarlos a las familias ricas.
