Leche Pascual firma el lunes el contrato de alquiler de la planta

El presidente del consejo de administración del grupo Leche Pascual, Tomás Pascual Gómez-Cuétara, firmará el próximo lunes el contrato de alquiler de la fábrica que la empresa burgalesa tiene en la localidad lucense de Outeiro de Rei, después de dos meses de negociaciones con la sociedad Alimentos Lácteos, formada por ocho cooperativas gallegas, lideradas por La Arzuana.

Por su parte, Alimentos Lácteos firmará ese contrato al día siguiente, el martes -23 de febrero-, en un hotel de la ciudad de Lugo. Posteriormente, comparecerá ante los medios de comunicación, arropado por los presidentes de las cooperativas que participan en este proyecto empresarial, el gerente de la nueva sociedad, Roberto Casas, para informar de los pormenores de ese acuerdo.

Salvo imprevistos de última hora, la directiva de Alimentos Lácteos también se reunirá el martes, una vez firmado el contrato de alquiler, con representantes del comité de empresa de la fábrica, para informar a la plantilla de su futuro laboral.

Si se cumple el calendario de trabajo previsto, la factoría reiniciará su actividad en el mes de marzo, dado que la nueva empresa está hablando ya con los proveedores de envases y dispone de volumen suficiente de leche para poner en marcha una línea de producción.

Los trabajadores ''tienen el puesto garantizado''
Los 74 trabajadores de la plantilla, que una vez finalizado el expediente temporal de regulación de empleo (ERE) comenzaron a percibir un ''permiso retribuido” por parte de Pascual, pasarán a depender directamente de la nueva sociedad, cuyo gerente confirmó que ''tienen el puesto garantizado”. En todo caso, Alimentos Lácteos no descarta ''reforzar el personal”, en función de las necesidades de la fábrica, especialmente en el departamento técnico.

Con respecto a los pormenores del acuerdo definitivo, pocos detalles han trascendido todavía, dado que Alimentos Lácteos y el grupo Leche Pascual llegaron a un pacto de ''confidencialidad” para no hacer más comentarios de los estrictamente necesarios durante el proceso de negociación.

En todo caso, se sabe que la nueva sociedad pagará un alquiler mensual bonificado durante los dos primeros años, con una cuota más alta en los nueve ejercicios siguientes, dado que el contrato tendrá una vigencia de once años.

''Algo huele mal''
También se ha filtrado que la nueva sociedad trabajará ''a maquila” para Pascual, un aspecto que ha levantado ciertas suspicacias en el sector lácteo y sospechas por parte de los sindicatos agrarios. De hecho, el secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, dijo que ''algo huele mal en ese acuerdo” y anunció que su organización vigilará para que la empresa burgalesa no lo utilice para ''pagar menos por la leche de lo que les pagaba a todas las cooperativas gallegas que dejó tiradas hace un año”.

Todo parece indicar que la fábrica reiniciará su actividad con una única línea de producción, que se centrará en envasar la leche que producen las cooperativas asociadas bajo el paraguas de varias ''marcas de distribución”. De hecho, el propio gerente de Alimentos Lácteos confirmó que las negociaciones con algunas cadenas de ámbito nacional están ya ''muy avanzadas”.

De todas formas, Casas también explicó que la nueva sociedad se ha marcado como objetivo ''sacar al mercado una marca gallega de calidad”. Desde su punto de vista, alcanzar esa meta es también ''una parte muy importante” del futuro de su proyecto empresarial.

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