El número de denuncias por violencia de género registradas en los tres primeros trimestres del 2012 en Galicia revela una caída del 8,6% respecto al mismo periodo del año anterior: se presentaron 3.667 denuncias ante los juzgados entre enero y octubre frente a las 4.012 contabilizadas por el Consejo General del Poder Judicial en 2011. En contraste, y tal como quiso destacar la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, para animar a las víctimas a sacar a la luz sus casos, el pasado año se incrementó en un 38% el número de perceptoras de ayudas económicas de la Xunta (de 300 a 414) y crecieron las consultas sobre el tema.
"Las mujeres recaban cada vez más información", constató en rueda de prensa López Abella, quien resaltó las 4.542 llamadas recibidas el pasado año en el teléfono 900.40.02.73 o el éxito de programas como el servicio de asesoramiento jurídico online -usado por 166 personas- y el de teletraducción, que registró 126 llamadas en 14 idiomas, sobre todo árabe, rumano, chino mandarín e inglés.
Esta evolución llevó a la responsable autonómica a animar a las mujeres en situación de maltrato físico o psicológico a "ser valientes" y denunciar, ya que este es el "factor desencadenante de los protocolos de actuación". Tras reconocer la dificultad de dar el paso, incidió en que las administraciones públicas "estamos ahí", con "medios e infraestructuras" a su disposición. Así, López Abella hizo una doble llamada: a la sociedad en general para que "interioricemos en primera persona la cultura de la igualdad" y a las víctimas y su entorno de amistades para transmitirles la confianza en que "es posible salir del círculo de la violencia".
La secretaria xeral de Igualdade comenzó su intervención incidiendo en que detrás de las cifras de la violencia de género hay "nombres". En concreto, tuvo un recuerdo para "Julia, Iria, Marisol y Matilde", las cuatro mujeres que fallecieron el pasado año en Galicia a manos de sus parejas o exparejas. "Las cifras son solo la punta de un iceberg con rostros de mujeres y nños que sufren esta expresión tan radical de la desigualdad", proclamó Susana López Abella.
De hecho, asumió que para la Administración autonómica y para el resto de organismos institucionales "es un fracaso que hubiera cuatro mujeres asesinadas en 2012", por lo que abogó por "seguir trabajando" para evitar que se produzcan nuevos casos y, sobre todo, para "evitar que haya fallos de coordinación" entre los distintos estamentos implicados.
A la hora de dictar medidas cautelares de protección para las víctimas, las órdenes de alejamiento y las prohibiciones de aproximación y comunicación por cualquier tipo de medio son las más habituales, según informó la subdirectora xeral para o Tratamento da Violencia de Xénero, Belén Liste.
CASAS DE ACOGIDA
La ocupación media de los centros de acogida a mujeres maltratadas subió ligeramente el pasado año respecto a 2011, al cerrarse con un 56,3% de plazas cubiertas, frente al 53% del ejercicio previo. El porcentaje más alto lo tiene Ferrol (69%), la comarca gallega en la que se produjeron tres de las cuatro muertes por violencia de género de 2012.
Por lo que respecta al programa Abramos o círculo, destinado a hombres con actitudes agresivas, pasó de 69 participantes en 2011 a 54 el año pasado. Con todo, la iniciativa presenta unos "buenos resultados", según expuso la secretaria xeral. De hecho, el nivel de satisfacción -tanto entre los destinatarios como entre sus parejas y familias- se sitúa en el 80%. Por su parte, el programa de atención psicológica a las víctimas asistió el pasado año a 408 mujeres, 171 menores y 21 dependientes.
Finalmente, el sistema de seguimiento de agresores por medios telemáticos está activo en 18 personas. En 2012 se instaló una de estas pulseras electrónicas y se desintalaron dos, según los datos presentados por Igualdade. El servicio telefónico de atención y protección móvil para víctimas (Atenpro) tenía 437 en alta a finales de noviembre.
