La tasa de pobreza registrada en Galicia y Castilla y León descendió en 2011 respecto a años anteriores, a pesar de la actual crisis económica. Así lo refleja el estudio Exclusión y desarrollo social en España, presentado hoy en Madrid por el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora.
Según el informe, el curioso descenso que han experimentado ambas comunidades se debe a la existencia de un alto porcentaje de personas mayores, cuyas pensiones no han variado, frente a otros territorios españoles más afectados por el desempleo. De hecho, el análisis hace especial énfasis en las diferencias entre autonomías. Y es que si el índice de pobreza de Navarra es de un 7%, el de Extremadura se eleva hasta el 38%.
Más allá de las diferencias entre comunidades, según señalan desde Cáritas, la evolución de la realidad social en España confirma que el país está inmerso en "una pobreza más extensa, más intensa, más crónica y una convivencia que se asienta cada vez más en una sociedad dual".
De este modo, este fenómeno se ha incrementado tanto en número de hogares como de personas. Además, las situaciones de privación material y de dificultad de acceso a derechos básicos también han aumentado en todo el estado.
Asimismo, los casos analizados en el estudio no son pasajeras, sino que se corresponden a "años viviendo bajo el umbral de la pobreza", incluso en personas que tienen empleo, pero siguen siendo "trabajadores pobres", según indica Sebastián Mora. A ello se añade, en palabras del secretario general de Cáritas, que como consecuencia de estos procesos de empobrecimiento, se trasluce "una sociedad más polarizada entre los que tienen y los que no tienen".
En cuanto a la evolución de los niveles de renta, el informe confirma que la tasa de pobreza en España (21,8%) es una de las más elevadas de la Unión Europea y que "los pobres son más pobres", al detectarse una disminución en el umbral de pobreza. También se ha producido un incremento de la exclusión social, ya que en 2010, más de 11,6 millones de personas estaban en riesgo de pobreza en España, es decir, la cuarta parte de la población (25,5%). Este aumento de la precariedad se ve confirmado por el incremento de personas atendidas por los servicios de acogida de Cáritas, que pasaron de 400.000 en 2007 a 950.000 tres años después.
