En respuesta a una iniciativa del portavoz del BNG en el Congreso de los Diputados, Francisco Jorquera, el Gobierno central manifestó que las autorizaciones para construir una piscifactoría en Cabo Touriñán --en la localidad coruñesa de Muxía-- dependen ''directamente'' de la Xunta.
Según la formación nacionalista, la respuesta del poder central ''da a entender'' que el Ministerio de Medio Ambiente ''no ha emitido informes positivos'' para la creación de esta planta, en contraposición a lo anunciado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras asegurar en el Parlamento que contaba con los permisos.
Desde Madrid añadieron que es competencia del órgano ambiental del Ejecutivo autonómico realizar la correspondiente evaluación ambiental. A este respecto, Jorquera reiteró que el proyecto provocará ''un grave impacto ambiental'' en una zona ''de gran valor natural'' dentro de la Red Natura 2000.
En este sentido, la respuesta del Gobierno central recoge que cualquier acción que no guarde relación directa con la gestión del lugar deberá ser sometido a una ''correcta evalución'' para analizar las repercusiones en el medio. Si su construcción entraña algún efecto negativo, la Xunta deberá ''adoptar medidas compensatorias''.
El BNG reiteró su rechazo al proyecto al considerarlo ''muy agresivo'' desde el punto de vista paisajístico y medioambiental, así como ''incompatible'' con la pesca de bajura en la zona o la actividad percebeira. Por ello, los nacionalistas consideran que se trata de una apuesta del PP ''por el desmantelamiento subvencionado de nuestra flota'', y por la ''instalación de grandes piscifactorías que benefician a grupos empresariales pero no a la sociedad''.
