El acusado de querer quemar a su mujer y suegros en Sada alega un trastorno mental

La defensa solicita que no haya condena o que ésta no supere los seis años de prisión mientras que la acusación pide más de treinta
El acusado declara durante un momento del juicio
photo_camera El acusado declara durante un momento del juicio

La defensa del acusado de haber intentado presuntamente quemar la casa en que se refugiaban su mujer y sus suegros ha alegado trastorno mental transitorio, por lo que solicita que no haya condena o que ésta no supere los seis años de prisión, mientras la acusación pide más de treinta.

La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este lunes y el martes el proceso contra un varón para el que el Ministerio Fiscal pide dieciséis años y diez meses de prisión.

Lo ve culpable de los presuntos delitos de maltrato, lesiones dolosas con instrumento peligrosos, tentativa de incendio, atentado y daños, además de una falta de lesiones, mientras que la acusación particular cambia las lesiones por intento de asesinato y aumenta su petición por encima de los treinta años.

DEFENSA. La defensa, ejercida por José Luis Gutiérrez Aranguren, alega la circunstancia eximente completa de trastorno mental transitorio, por lo que pide la libre absolución.

Abre la posibilidad, si no se considera esta eximente completa, a que se tenga en cuenta la misma circunstancia como eximente incompleta a la que añade las atenuantes de embriaguez, reparación del año y estado pasional, esta última reconocida por la Fiscalía.

Con estas consideraciones, a las que añade la observación de que no hubo maltrato porque fue un caso puntual según se testificó durante el juicio, solicita que si hay condena, esta no alcance los seis años de prisión.

Al final del proceso, el encausado se ha mostrado "muy arrepentido", aunque insiste que no se "acuerda de los hechos" que "están ahí", por lo que le "gustaría estar" con su exmujer "para poder ayudarla": "Me gustaría estar a su lado. Lo siento mucho", ha concluido.

Las doctoras consideran que el procesado se actuó "consciente" y "sin alteración de capacidades cognitivas" aunque, sin embargo, creen que "la mezcla" entre el consumo de alcohol y fármacos "pudo haber provocado una reacción adversa" con un "deterioro cognitivo importante"

VALORACIÓN MÉDICA. Durante la vista de este martes han emitido su opinión diferentes médicos forenses, que han considerado que el procesado se vio superado por la situación cuando actuó por un arrebato, aunque "consciente" y "sin alteración de capacidades cognitivas".

Las doctoras aportadas por la defensa han considerado, sin embargo, que "la mezcla" entre el consumo de alcohol y fármacos "pudo haber provocado una reacción adversa" con un "deterioro cognitivo importante".

El lunes el imputado, cuando fue preguntado por los hechos supuestamente ocurridos a finales de marzo de 2014 en Sada, aseguró que no recordaba lo sucedido: "Yo no me acuerdo, pido perdón, pero no me acuerdo de nada", subrayó.

La víctima, con importantes problemas de visión, dijo que después de 37 años de matrimonio, que acabaron en un divorcio, se produjo una situación extrema.

"Me tiró al suelo y se puso encima para pegarme. Mi padre me lo sacó de encima. Temía por mi vida y la de mis padres. Quería que me matara a mí y dejara a mis padres tranquilos", aseguró.

El padre de la mujer lo vio con un cuchillo mientras gritaba que los mataría "a todos", algo que no había visto "nunca" de él, y la madre dijo que también sufrió una agresión en la huida.

"Vino detrás de nosotros. Me cogió antes de llegar al portal y me tiró en el suelo, me pegó y me pegó, me llenó de patadas por todo, por la cara, por todo el cuerpo, aún tengo dos señales en la frente que me quedaron", apuntó.

El vecino que acogió a las tres víctimas testificó que empujó al encausado cuando iba a "prender fuego" y su nuera agregó que el procesado había dicho: "Échelos fuera o les prendo fuego, échelos fuera que esto no va con usted, lo soluciono yo".

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