El acusado de arrancar a un hombre un trozo de oreja alega defensa propia

Un hombre de 24 años de Vigo, Diego D.P., ha alegado que actuó en defensa propia al arrancarle a un joven un trozo de oreja de un mordisco durante un altercado en un recinto en el que se celebraban las fiestas de Cabral en 2013, según el escrito presentado por la Fiscalía, que pide casi cinco años de reclusión.

El documento indica que la madrugada del 21 de julio de 2013 se produjo una reyerta entre varios jóvenes durante la cual Diego D.P., con antecedentes penales, se abalanzó sobre la víctima y le mordió "fuertemente" en la oreja izquierda, causándole la pérdida de parte del pabellón auricular.

La víctima tuvo que someterse a una operación quirúrgica para la curación y reparación total de la herida que le ha dejado una secuela estética permanente de carácter leve, según la Fiscalía.

En la vista oral del juicio, que se celebra en la sección quinta de la Audiencia provincial, con sede en Vigo, el acusado ha reconocido haber mordido a la víctima en la zona de la cara, pero ha justificado que la agresión fue en defensa propia y como respuesta a un golpe recibido con anterioridad de la víctima y sus amigos.

La víctima, sin embargo, ha manifestado que al término de la fiesta, cuando se disponía a regresar a su casa, pasó por una zona en la que había una pelea.

Según él, "sin motivo alguno" fue atacado por Diego D.P., que lo identificó por conocerlo "de vista", al ser ambos vecinos del mismo barrio.

La Fiscalía ha considerado que la autoría de la agresión está acreditada, al reconocer el acusado que mordió en la zona de la cara a la víctima y al existir varios testigos que, aunque no vieron el mordisco, sí observaron la herida momentos después mientras lo acompañaban al hospital.

El informe del médico forense determina además que, hasta el momento de la operación, la víctima sufrió un perjuicio estético "muy importante" acompañado de estrés postraumático por la "pérdida casi total del pabellón auditivo".

El informe forense indica que, tras someterse a la intervención quirúrgica, la víctima padece desde entonces una secuela estética de carácter "moderado" .

Por todo ello, la Fiscalía pide para el acusado una pena de cuatro años y once meses de prisión, así como una indemnización para la víctima por los 108 días que tardó en curarse.

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