El penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, que defiende a Rosario Porto, madre de la niña asesinada en 2013, ha dicho hoy que su cliente "está perdiendo la paciencia" y ha pedido que se impute al hombre cuyo perfil genético coincide con el de una mancha hallada en la camiseta de la víctima.
Tras la declaración esta mañana por videoconferencia del camarero del local en el que supuestamente cenó esta persona, Ramiro Cerón Jaramillo, el día en el que se consumó este crimen, el 21 de septiembre del año pasado, este abogado ha indicado que sigue sin demostrarse de forma fehaciente que este hombre estuviese en Madrid.
Así, en declaraciones a los informadores, ha cuestionado el auto por el que el magistrado titular del juzgado de instrucción número dos de Santiago, José Antonio Vázquez Taín, ratificó el archivo definitivo de la causa contra Cerón Jaramillo por los indicios "tan claros" que lo ubican en la capital española durante la jornada en la que se dio muerte a esta pequeña que falleció con solo doce años.
Gutiérrez Aranguren ha contado que el trabajador del restaurante en su testimonio aseguró que no "conocía de nada" a Cerón Jaramillo y tampoco a sus acompañantes y que ni su familia ni él eran clientes habituales de este negocio, aunque empezaron a serlo luego, según este letrado, "para hacerse ver las caras".
La versión de la asociación Clara Campoamor discrepa de la aportada por este penalista respecto a que no se haya comprobado la presencia de Cerón Jaramillo en Madrid.
La letrada Rocío Beceiro ha indicado que el camarero "reconoció el local" en las fotografías tomadas en las que se puede ver al tercer imputado, así como "su letra en la factura de la comanda", grapada a la factura emitida a nombre de la acompañante de Ramiro Cerón, por lo que se le ha situado "en ese lugar ese día".
El próximo lunes declararán los peritos que han tenido la encomienda de elaborar el informe de contraste, encargado por la Asociación Clara Campoamor para aclarar las dudas sobre una eventual contaminación o transferencia accidental en el laboratorio de Madrid, en alusión a la citada mancha.
El letrado que patrocina a Rosario Porto ha evitado valorar dicho informe: "Prefiero guardármelo (mi comentario)... para no dar pistas sobre mis preguntas", se ha limitado a decir a la prensa, y únicamente ha avanzado que tal documento es "muy poco riguroso y de muy poca enjundia" a pesar de extenderse a lo largo de "cuarenta y pico" páginas.
De nuevo, Rocío Beceiro ha replicado que Aranguren podrá opinar "lo que quiera", pero su labor es de letrado "y no de científico", y se demostrará que, "obviamente" se trata de un informe riguroso "sin lugar a dudas" y elaborado por expertos "de prestigio".
Durante la toma de declaración de este jueves también ha estado presente Rosario Porto, que colabora en su defensa, y de ella Aranguren ha desvelado que estuvo "mal y tensa", porque su acusada "ve que el tiempo pasa y que no se está avanzando en la dirección que se debería".
Respecto a las próximas diligencias, el letrado ha adelantado que "siete meses y pico después" y teniendo "tanta importancia" las comunicaciones telefónicas, aún está por "investigar" el tráfico de llamadas de la casa de Montouto, donde supuestamente la menor fue asesinada.
Respecto a su anuncio de que se querellaría por injurias contra el juez instructor, Gutiérrez Aranguren ha señalado que ayer mismo se le notificó que el "auto de conciliación" oportuno ha pasado al juez correspondiente, y, así, en cuanto tenga la conciliación podrá "actuar después".
