Dos metas al final del camino

Un sancibrense hará el Camino de Santiago desde León en 24 horas para dar a conocer lo díficil que es hacer la ruta para los celíacos
Hilario Arias con su familia, en Santiago.
photo_camera Hilario Arias con su familia, en Santiago.

Todo empezó el año pasado cuando el sancibrense Hilario Arias, que lleva seis años asentado en León, hizo el Camino de Santiago con su hijo Brais, que es celíaco. ''Descubrí lo complicado que es viajar con una persona con esta intolerancia y poder ir enlazando locales de hostelería que presten el servicio de comida sin gluten'', explica Arias. Y así, dándose cuenta de esta problématica es como se planteó el reto personal de hacer el Camino de Santiago desde León en bicicleta en 24 horas. ''Con esta iniciativa buscamos dar a conocer la problemática de los celíacos, además de inculcar el que existan más facilidades a la hora de poder hacer el Camino de Santiago y encontrar donde comer sin gluten o sin otros productos que puedan producir intolerancias alimentarias'', añade.

Arias no estará solo en esta aventura, que emprende esta noche, a las diez y media, en la plaza de la catedral de León. Desde el principio pedalearán a su lado Javier Pérez Elorrieta y Valentín Aller García. ''Con ellos he compartido rutas a lo largo de este año y me han demostrado que son capaces de esto y más'', afirma Arias, ''hemos forjado una buena amistad en este tiempo, siempre comentábamos la idea de hacer este reto y aunque nos parecía un poco locura, al final han hecho un hueco para acompañarme en algo tan importante para mí''.

Hilario Arias, que estará acompañado de cuatro amigos, cita como ventajas la señalización y el buen estado de los caminos

En O Cebreiro se les unirá el lucense Omar Alonso López y en Arzúa, Daniel Mayoral. ''Como apoyo contamos con Quini y Héctor, para darnos cobertura durante las 24 horas o incluso alguna más que pueda durar esta aventura''.

Y es que en 24 horas, es evidente que las paradas técnicas son obligatorias y el coche de apoyo les servirá para cubrir cualquier incidencia que se les pueda presentar en el transcurso del camino.

TRAMOS. El reto que tienen por delante Hilario Arias y sus compañeros de aventura no es nada sencillo. Son más de 300 kilómetros si siguen el Camino sin cometer ningún error, algo que en las etapas de noche puede ocurrir con facilidad, y con importantes desniveles que complicarán, sin duda, el pedaleo. ''La gran ventaja que tenemos a nuestro favor es la buena señalización de la ruta y el buen estado de los caminos'', reconoce el capitán de la expedición.

El recorrido lo tienen pautado en cuatro tramos. El primero será de León a Ponferrada. ''Las características de este tramo nos anima a afrontarlo de noche al ser el más fácil técnicamente a excepción de la subida y la bajada de Foncebadón, la cual realizaremos por asfalto para evitar percances'', reconoce Arias.

La segunda etapa les llevará ya a tierras gallegas, a Triacastela. Los participantes prevén que esta sea la parte más dura del reto, porque cuenta con dos importantes pendientes la de O Cebreiro y el Alto do Poio.

De Triacastela partirán hasta Arzúa. ''Este tramo parece que no presenta grandes subidas, pero es importante tener en cuenta que estamos en Galicia y los repechos son demoledores y con la kilometrada y horas acumuladas se puede convertir en una trampa durísima'', explica el capitán. Y finalmente, el último tramo, que los llevará a Santiago. Unos últimos kilómetros que posiblemente se les hagan eternos por el cansancio acumulado. Y así, los cinco ciclistas no solo llegarán a Santiago sino que también habrán conseguido otra meta: la de dar visibilidad a una intolerancia alimentaria con la que conviven miles de personas y de la que no siempre es consciente el resto de la sociedad.

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