Doce años y medio para la conductora ebria que causó la muerte a dos jóvenes de Ribeira

La acusada ha sido considerada culpable de dos delitos de homicidio doloso, en concurso con un delito contra la seguridad vial
La acusada del accidente mortal de Palmeira frente al juez. EUROPA PRESS
photo_camera La acusada del accidente mortal de Palmeira frente al juez. EUROPA PRESS

La Audiencia provincial de A Coruña, de acuerdo con el veredicto del tribunal del jurado, ha condenado a doce años y seis meses de cárcel a una conductora de un coche como responsable, en mayo de 2019 en Ribeira, del choque frontal contra otro coche en el que murieron dos jóvenes ocupantes.

La acusada ha sido considerada culpable de dos delitos de homicidio doloso, en concurso con un delito contra la seguridad vial.

Además de la pena de cárcel, la sección sexta de la Audiencia le ha impuesto la privación del permiso de conducir vehículos de motor durante ocho años.

La sentencia, que no es firme y contra la que se puede presentar recurso, indica que el tribunal del jurado consideró probado que sobre las 18:35 horas del 5 de mayo de 2019 la mujer conducía un vehículo por la carretera AC-305 entre Padrón y Ribeira y a la altura de Palmeira, al tomar una curva a la derecha, invadió el carril de sentido contrario y chocó frontalmente contra otro coche en que viajaban un hombre y una mujer, que murieron por el impacto.

El jurado consideró acreditado que la mujer circulaba a unos 130 kilómetros por hora en una zona en el que límite de velocidad era de 70 kilómetros por hora y bajo los efectos del alcohol y de fármacos antidepresivos y antipsicóticos.

"La combinación de la ingesta de estos fármacos con la de alcohol determinó que sus facultades para conducir estuvieran intensamente afectadas", según el tribunal del jurado.

Además, la Audiencia indica en la sentencia que la mujer, antes del accidente ya circulaba "de forma peligrosa para los demás usuarios de la vía, a velocidad superior a la permitida e invadiendo parcialmente en ocasiones el sentido contrario, obligando a otros vehículos a apartarse o separarse de su camino para evitar el riesgo de colisión".

Los miembros del jurado entendieron que actuaba así "porque le resultaba indiferente si de esta forma causaba un accidente y lesionaba o mataba a otros".

La conductora, según la sentencia, "sabía que era muy probable que se produjese un choque frontal con un vehículo que viniera en el sentido contrario si tomaba esa curva a esa velocidad y en las condiciones en las que se encontraba para conducir, a pesar de lo cual, siguió conduciendo de ese modo, aceptando así que pudiera producirse el resultado que al final se produjo"