Detenido en Poio un joven tras dispararle en la oreja a un amigo de su antigua novia

Un amplio despliegue policial siguió la pista del agresor, un súbdito colombiano de 22 años, hasta que fue arrestado por la Guardia Civil ▶ El disparo se habría producido con una pistola de aire comprimido y le ocasionó a la víctima "un agujero de importantes dimensiones"
Operativo de la Policía Local de Poio, que atendió en primer lugar a la víctima. DP
photo_camera Operativo de la Policía Local de Poio, que atendió en primer lugar a la víctima. DP

El entorno de A Caeira fue escenario, en la mañana de este domingo, de un violento suceso que acabó con un súbdito colombiano detenido por lesiones graves con uso de arma y un arousano ingresado en el hospital con un orificio en una oreja.

El incidente se produjo minutos antes de las 10 de la mañana, cuando el presunto agresor, de 22 años, se personó en el domicilio en el que reside su expareja, que en ese momento estaba acompañada de otro joven de 19 años.

Sin mediar palabra, sacó una pistola que podría ser de aire comprimido y disparó a corta distancia contra la cabeza del muchacho, alcanzándole en la oreja.

La víctima y su amiga salieron huyendo hacia el puente de A Barca y allí se encontraron con un operativo de la Policía Local que estaba supervisando el desarrollo de la Volta Ciclista a Galicia.

Con sus ropas totalmente ensangrentadas y con un orificio en la oreja «de importantes dimensiones», según los testigos presenciales, narró a los policías lo que acaba de suceder, por lo que fue requerida de urgencia una ambulancia. Tras recibir las primeras atenciones, fue trasladado a un centro hospitalario, donde continúa con su recuperación.

Mientras tanto, su amiga, visiblemente nerviosa, aportó a los agentes la información necesaria para identificar al agresor y su posible localización. Dos patrullas se desplazaron al lugar, al que también acudieron otra de la Policía Nacional y una más de la Guardia civil, si bien el sospechoso ya se había dado a la fuga.

Se inició entonces un amplio dispositivo de búsqueda que finalizó horas después, cuando la Guardia Civil pudo detenerle y dejarlo bajo custodia, a la espera de instruir diligencias y ponerlo a disposición judicial.

El percance se investiga como un delito de lesiones graves, pero podría alcanzar la calificación de homicidio en grado de tentativa en función de las secuelas.

Según los testimonios recabado entre los implicados, fuentes de la investigación apuntan a un posible ataque de celos como detonante de un suceso que recuerda, por su desarrollo, al ocurrido en abril de 2010 en la discoteca Río Latino de Pontevedra, cuando el colombiano Andrés Felipe D.G. recibió un disparo en la cabeza (esta vez con una pistola de fuego real) a manos de su compatriota Rolando Quinteiro.