El juzgado ourensano ha puesto en libertad en calidad de investigado a un hombre, detenido el pasado fin de semana, como presunto autor de un delito de maltrato animal, por colocar cebos con alfileres en distintos puntos de la ciudad de Ourense, y que costaron la vida, al menos, a dos perros además de provocar daños a otros cánidos.
El hombre fue arrestado el sábado en una operación conjunta desarrollada por la Policía Nacional, en colaboración con el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil, el Seprona, y Policía Local, tras sorprenderle in fraganti colocando más cebos con alfileres.
Según informó la comisaría provincial, la investigación arrancó en el año 2017, esto es, hace cuatro años, a raíz del hallazgo de varios trozos de carne con alfileres en diferentes puntos de la ciudad, principalmente en el barrio del Puente pero también en otras zonas del centro.
El hombre envió amenazas a dos bares que permitían la entrada de perros
En esa misma época, aparecieron dos cartas amenazantes en dos bares del barrio del Vinteún, dirigidas a sus propietarios, por permitir la entrada de perros en sus locales.
Desde entonces, los investigadores consiguieron elaborar el perfil del autor, una persona con "animadversión" hacia los perros, que tenía "una forma de caminar peculiar" y que fue observada "en las zonas donde aparecieron los cebos".
Fue durante una de las vigilancias, concretan fuentes policiales, cuando los agentes le sorprendieron arrojando en un parque "18 cebos" por lo que procedieron a su detención como presunto autor de un delito de maltrato animal y daños.
En el registro efectuado en su domicilio, los investigadores hallaron una barra de chopped para perros, paté, y dos cajas de alfileres, así como dos carteles de "prohibición de perros" que contenían frases manuscritas que decían: "porque no le coméis su kaka y le bebéis su orina, ¿eso no verdad?, mejor la acera pública".
La investigación comenzó hace cuatro años
"Además de la clara y manifiesta animadversión hacia los perros y dueños de los mismos, aparece en más de una ocasión un nombre que pudiera ser coincidente con una de las víctimas que denunciaron haber recibido una carta amenazante", abunda la Policía.
La Policía científica comprobó que las cartas y alfileres que aparecieron en su domicilio eran "plenamente coincidentes" con los utilizados para cometer estos hechos.
En un comunicado remitido a los medios, ambos colectivos han reclamado un endurecimiento de la norma para que este tipo de conductas estén "especialmente penadas" en la normativa autonómica vigente.
Entre las medidas, proponen una reforma en la Ley de Bienestar Animal de 2017 que contemple como "ensañamiento" este tipo de prácticas, tras advertir de que además del peligro social, que suponen "para cualquier persona y en especial, la infancia", acarrean "graves" daños personales.
En concreto, plantean "duplicar" la cuantía de las sanciones máximas, actualmente fijada "en 30.000 euros" y también que se incrementen los periodos de inhabilitación para la tenencia o convivencia con animales "a un tipo superior de 15 años" como mecanismo "disuasorio".
