Desestimada la denuncia de Sousa por despido improcedente

El Juzgado de lo Mercantil 1 de Pontevedra ha desestimado la demanda del expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, contra la multinacional por un supuesto despido improcedente por el que reclamaba 663.119,26 euros, informaron a Efe fuentes de la compañía.

En su sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el tribunal expone que el fin de la relación laboral entre las partes tuvo lugar "mucho antes" de la fecha señalada por el demandante para calcular su indemnización, el 16 de septiembre de 2013, a los pocos días de cesar como consejero y ser dado de baja en la Seguridad Social.

Recuerda que Sousa dejó de ostentar el cargo de director gerente en abril, cuando se declaró el concurso de Pescanova y fue apartado de sus funciones, y a partir de entonces el administrador decidió dejar de abonarle los 55.266,60 euros mensuales que venía cobrando, incluidas las pagas extraordinarias prorrateadas.

Por lo tanto, abunda el juez en su sentencia, "no cabe hablar de modo alguno de despido o cese de la relación laboral en ese momento -16 de septiembre- ni por esa causa", en referencia a su baja en la Seguridad Social.

Recuerda que en la propia vida laboral de Sousa se recoge una variación en su situación en la Seguridad Social el 30 de abril, con baja y alta consecutiva al día siguiente.

Asimismo, alude a que en su carta de dimisión como presidente de Pescanova, fechada el 17 de julio, reconocía no estar al frente de la "dirección operativa" desde la declaración del concurso y que no había percibido indemnización alguna por resolución de contrato ni derecho a prestaciones por desempleo, al carecer de cláusula de blindaje de ningún tipo después de 37 años en la compañía.

Considera "difícilmente verosímil" que el demandante desconociera la revocación de sus poderes y hace hincapié en que no ejerció su facultad de extinción del contrato por propia voluntad si entendía que se hallaba meramente suspendido.

Sobre la petición de "temeridad" solicitada por la defensa de Pescanova y del administrador Deloitte, el tribunal argumenta que si bien existen "determinados elementos que apuntan a un escaso rigor" en la presentación de la demanda, no cabe imponer las costas procesales que se deben reservar a supuestos "absolutamente injustificados".

Durante el juicio, celebrado el 18 de noviembre y al que no asistió De Sousa, los letrados de Pescanova y de la administración concursal, Deloitte, tacharon la reclamación de "temeridad".

El argumento jurídico de Sousa es que previamente a su acceso a los cargos directivos de la empresa -fundada por su padre- él había empezado a trabajar desde la base en 1977, de forma que a su entender existía una relación laboral previa, que es la que ahora permitiría la reclamación de una indemnización.

Tanto Santiago Hurtado por parte del administrador concursal como la abogada de Pescanova recordaron que Sousa accedió al consejo de administración de la empresa solo cinco meses después de su incorporación, y que en 1978 ya era director gerente.

De Sousa presentó, tras conocerse el informe elaborado por KPMG, su dimisión como presidente de la compañía gallega el pasado 17 de julio, y por este cargo percibía unos emolumentos de casi un millón de euros al año.

En concreto, percibía un monto de 989.000 euros por su puesto ejecutivo como presidente, según los datos que figuran en el informe del Gobierno Corporativo del ejercicio 2011, el último disponible.

Sousa, que ha demandado a Pescanova por despido improcedente, no llegó a un acuerdo en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de Vigo, por lo que el caso llegó a juicio.

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