Operarios de la constructora del nuevo hospital de Vigo han procedido hoy, apoyados por una veintena de agentes de la Policía Autonómica, al desalojo a la fuerza de una panadería y una vivienda anexa en la parroquia de Valladares antes de proceder a su demolición.
A primera hora, los trabajadores iniciaron el vallado de la finca que incluye las dos propiedades, en la que introdujeron una pala, pese a la resistencia del propietario de la panadería, Secundino Alonso, que, según contó a los medios, fue reducido por la policía, mientras que el dueño de una empresa cercana de pavimentos también objeto de expropiación tuvo que ser evacuado en ambulancia.
Al estar cerrados los accesos de la panadería con tres personas dentro, los operarios recibieron la orden de fracturar la luna del expositor, a través de la cual accedieron varios agentes, y una vez dentro dieron paso a los operarios para que comenzaran a desmontar las verjas, puertas y ventanas de los dos inmuebles.
El dueño de la panadería y de la vivienda unifamiliar anexa, Secundino Alonso, ha relatado a los periodistas que el auto de desalojo fue dictado el 5 de agosto, pero como quiera que su abogado estuvo de vacaciones todo ese mes no la recibió hasta el día 29, con lo que no han tenido tiempo para presentar recurso.
Alonso ha revelado que una representante de la Xunta, que eludió hacer declaraciones, le transmitió que como medida de gracia le han concedido hasta el lunes para vaciar la panadería y la vivienda, lo que ha calificado como "el abuso del siglo, una locura".
Preguntado por dónde piensa realojarse él y su familia, ha contestado que no sabe "a dónde ir", porque con el dinero recibido como indemnización, menos de la mitad de los 2 millones de euros que pide solo por el negocio, "estamos en la calle".
El propietario de la panadería ha insistido en que la única exigencia planteada a la Xunta era un realojo en la misma zona, algo a lo que los representantes de la administración "se negaron siempre".
El presidente de la comunidad de vecinos de Valadares, Gregorio Álvarez, se ha quejado de la "precipitación" con que se está moviendo la Xunta con las expropiaciones para las obras del nuevo hospital de Vigo, y ha pedido "un poco de sensibilidad" a la administración autonómica.
