La presidenta de la Asociación de Afectados de Intrusismo Médico Sanitario (AIMS), Esther Fontán, ha explicado este jueves que ha denunciado al falso médico de Ferrol y Viveiro, Coté, por la presunta fabricación de un conservante alimenticio sin cualificación ni conocimientos suficientes.
José Manuel López Pérez, Coté, fue detenido en febrero de 2008 durante la llamada operación Zen, después de que la Policía Nacional destapase una trama en la que este falso doctor presuntamente estafaba a centenares de pacientes a través de dos clínicas en Ferrol y Viveiro, haciéndose pasar por un reputado médico.
Se le incautaron numerosas propiedades e inmuebles y en sus cuentas bancarias acumulaba millones de euros, cuando un juez de Ferrol ordenó su ingreso en prisión preventiva como presunto autor de varios delitos de intrusismo profesional, estafa, falsificación documental, lesiones y blanqueo de dinero.
Seis meses después salió en libertad condicional y volvió a reincidir en los mismos delitos en una clínica de Vinaroz (Castellón), junto a su socio.
López Pérez se presentaba ante sus víctimas como un reputado neurólogo y neurocirujano infantil, además de traumatólogo formado en los centros médicos más prestigiosos del mundo y, sin embargo, únicamente tiene el título de Bachillerato y un cursillo de socorrismo.
Fontán ha relatado que le entidad que preside decidió presentar una denuncia ante la Fiscalía Provincial de A Coruña contra Coté y otras tres personas, que serían socias de este falso médico, entre las que está el que habría tenido con él la clínica de Vinaroz.
VENDIDO A 200 EMPRESAS. La nueva actuación llega debido a que en esta asociación piensan que el falso médico y los otros tres implicados supuestamente crearon un "entramado mercantil" para fabricar un conservante para alimentos.
Este habría sido vendido "a más de doscientas empresas españolas" y los que lo fabricaron "no tienen titulación ni conocimiento" para prepararlo. Recuerda Fontán que Coté tiene una medida cautelar que le prohíbe "ejercer una profesión para que lo que no tenga retribución" y piensa que la ha quebrantado, un caso que ahora se investiga desde Ferrol.
La asociación tiene "pruebas, albaranes y facturas" de esta supuesta venta fraudulenta que se produce "desde diciembre de 2010" y que ahora examina la Justicia.
La clave, para Fontán, es que ni el falso médico ni sus socios tienen "cualificación profesional" para este proceso y, por lo tanto, cree que podrían incurrir en un supuesto delito contra la salud pública.
