Denuncian la entrada de menores de 12 años a una espectáculo taurino en Padrón

La asociación Galicia, Mellor Sen Toruradas pide sancionar al Concello, a la empresa promotora y a cualquier otra persona responsable
Un momento del espectáculo taurino celebrado en Padrón.INSTAGRAM
photo_camera Un momento del espectáculo taurino celebrado en Padrón.INSTAGRAM

La plataforma Galicia, Mellor Sen Touradas ha denunciado la entrada de menores de 12 años a una capea celebrada este domingo en el término municipal de Padrón.

La asociación ha presentado una denuncia administrativa contra el Concello de Padrón, la empresa promotora y cualquier otra persona responsable. Para ello, ha acreditado los hechos con un escrito y seis fotografías extraídas de una fotogalería publicada en Instagram por el perfil del Concello, con lo que, según apunta la plataforma, la administración local evidencia su "desconocimiento de la normativa autonómica" sobre espectáculos públicos.

 

Así, los abolicionistas recuerdan que el artículo 16.2 de la Ley de Espectáculos Públicos de Galicia prohíbe "el acceso a los espectáculos taurinos en recintos cerrados a las personas menores de 12 años", imponiendo sanciones de hasta 30.000 euros por considerar esta conducta una infracción grave.

Galicia, Mellor Sen Touradas ha calificado como "una profunda estupidez" la difusión de las imágenes por parte del Concello y pide a la Vicepresidencia de la Xunta, competente en materia de actividades recreativas, que imponga la multa máxima por fomentar "ilegalidades notables" que perjudican las medidas de protección del menor de la administración autonómica.

La asociación ya había denunciado un presunto incumplimiento sobre la publicidad del evento, ya que cualquier cartel debe incluir "(…) las condiciones de admisión, las normas particulares o las instrucciones para el normal desarrollo del espectáculo o actividad".

También ha destacado que el alcalde de Padrón aparece en una de las fotografía "presidiendo" el evento con un menor a pocos centímetros de su asiento, lo que denota el pasotismo absoluto del máximo responsable local en materia de protección de la infancia.