Primero lo hizo la defensa del patrón del Villa de Pitanxo, Juan Padín, y ahora lo hace la de Grupo Nores. La armadora del pequero que naufragó en aguas de Terranova el 15 de febrero del pasado año movió ficha en la Audiencia Nacional (AN) tras presentar un escrito en el que se acusa de mentir a Samuel Kwesi, uno de los tres marineros supervivientes en la tragedia.
Estas acusaciones ya se habían repetido ante la AN a manos de la defensa de Padín el pasado mes de diciembre, que presentó un informe realizado por un perito de Capitanía Marítima para tratar de acreditar que la parada del motor fue la causa del naufragio del buque. En lo mismo se basa ahora la armadora, que refleja en el escrito presentado que el barco no tenía el aparejo enganchado en el fondo cuando se hundió -es decir, un embarre-, tal y como declaró Samuel Kwesi en una segunda versión. Al llegar a tierra tras su rescate, al igual que los otros supervivientes, Kwesi explicó en la Protesta de Mar que durante la maniobra de virado del aparejo el motor se paró.
La armadora refleja en el escrito que el barco no tenía el aparejo enganchado en el fondo cuando se hundió
El cambio de versión se debió, según explicó el ghanés -ahora ya con nacionalidad española-, a presiones por parte del patrón y también de la armadora, que en el escrito recientemente presentado también acusa a Kwesi de mentir en lo relacionado con la balsa salvavidas.
Nores se basa en supuestas contradicciones a raíz de las declaraciones de los marineros del Playa Menduiña Dos —buque que rescató a los supervivientes—, a los que Samuel Kwesi contó que tanto el patrón, Juan Padín, como su sobrino, Eduardo Rial, trataron de impedir que subiese a la balsa. Ante la Guardia Civil como ante el juez, según se indica en el escrito presentado ante la AN por la defensa de Nores, el ghanés negó que eso sucediese.
Sin embargo, los propios tripulantes del arrastero cangués, que declararon ante la Audicencia Nacional el pasado 30 de noviembre, validaron las palabras de Samuel Kwesi, tanto en lo relacionado con las posibles causas del naufragio, como en posibles presiones por parte de la armadora y los otros dos supervivientes, así como el cambio de versión del propio Padín.
Tal y como ya habían relatado ante la CIAIM y la Guardia Civil, los marineros del Menduiña aseguraron que el patrón del Villa de Pitanxo cambió su versión inicial sobre el accidente, que en un primer momento el barco había embarrado, que posteriormente se escoró y que, en esa maniobra, el agua empezó a filtrarse por la popa provocando la parada del motor.
Con respecto a ambas versiones, de un posible embarre o de un primer fallo en el motor, el abogado de gran parte de las familias de los fallecidos, Manuel Lampón, explicó que, tal y como mantienen los expertos, "una parada del motor de un buque no provoca el hundimiento ". En relación al embarre, Lampón indicó que los barcos, aún en esta situación, "tienen capacidad de desplazamiento ya que el largo de los cables les permite moverse para zafarse del embarre. Lo correcto es soltar el cable y el buque recuperaría su estabilidad y no pasaría nada".