El Gobierno estatal, a través del Ministerio de Defensa, abrirá el aeródromo de Rozas, ubicado en Castro de Rei (Lugo), a la investigación, experimentación, desarrollo de proyectos y divulgación en el campo de la aeronáutica, mediante un convenio de cesión de estas instalaciones al Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica (INTA). Se trata de un Instituto dependiente de Defensa que es quien ostenta la propiedad, ahora gestionada por la sociedad del Real Aeroclub, de 3,6 millones de metros cuadrados.
Considerado como el primer aeroclub deportivo de Galicia, con escuela de pilotos incluida, Rozas dispone de una torre de control, hangares y una pista de 1.250 metros de largo por 45 de ancho.
Hace casi un mes que el director del INTA, Jaime Denís, y el presidente del Aeroclub, Luís Abelleira, firmaron dos convenios. En un caso para la cesión de las instalaciones para la investigación en el campo de usos militares, a través de Defensa, y en los civiles con Fomento.
Para estos fines, el convenio contempla la utilización de pistas, torre de control y edificaciones civiles -varios inmuebles y hangares que ocupan 2.000 metros cuadrados-, para las actividades de controles y pruebas.
El segundo acuerdo permitirá consolidar las actividades deportivas del aeródromo, regularizando jurídicamente el uso de la propiedad que realiza el Aeroclub.
Para la reforma y adaptación de los edificios e instalaciones de Rozas, el INTA concurrirá a las diferentes convocatorias de ayudas destinadas a proyectos científicos y técnicos, eminentemente europeas, con el objetivo de financiar las actuaciones precisas. El instituto considera que este espacio reúne las condiciones idóneas para desarrollar campañas científicas en el norte de España, así como para la realización de estudios de las cenizas del volcán islandés Eyjafjalla. También se considera adecuado para realizar Ensayos de Compatibilidad Electromagnética, que miden la sensibilidad de piezas o aeronaves frente a las interferencias.
