La cuenta atrás para uno de los juicios más mediáticos de la historia de Galicia se ha activado. En diez días, José Enrique Abuín Gey El Chicle volverá a sentarse en el banquillo de la sala de bodas de los juzgados de Santiago por raptar a Diana Quer el 22 de agosto de 2016 en el paseo de O Areal en A Pobra y llevarla contra su voluntad, en el maletero de su coche, hasta una nave abandonada en Asados (Rianxo) para violarla y asesinarla. Así lo recoge la Fiscalía en su escrito –en el que pide prisión permanente revisable–, aunque serán los nueve miembros del jurado popular los que deberán determinarlo después de escuchar las declaraciones de medio centenar de testigos –además del acusado y los padres de la joven madrileña– y las apreciaciones de un total de 40 peritos.
Son, con todo, menos que los 80 testigos y 60 peritos que desfilaron por la misma estancia hace cuatro años en el juicio por el crimen de Asunta, el único proceso comparable al de Diana Quer en la crónica negra reciente de Galicia tanto por la amplitud del sumario como por la expectación levantada, además de por ser la víctima una mujer joven. Las similitudes no acaban ahí, pues el encargado de defender los intereses de la familia de la joven madrileña, como acusación particular, será el letrado ferrolano Ricardo Pérez Lama, el mismo que ejerció la acusación popular contra Rosario Porto y Alfonso Basterra. Los intereses de El Chicle los defenderá de oficio la abogada María Fernanda Álvarez.
JUICIO POR EL INTENTO DE RAPTO. Uno y otro han mostrado hasta el momento un perfil discreto ante la prensa, muy alejado de la vertiente mediática de José Luis Gutiérrez Aranguren en el caso Asunta. En el de Diana Quer, los focos se posarán sobre los padres de la víctima, inmersos en crudas disputas familiares, así como en el comportamiento impredecible de El Chicle, que hace medio año fue juzgado en la misma sala de bodas por el intento de rapto de otra joven en Boiro en 2017, un caso por el que ha sido condenado a un lustro entre rejas y que en su día precipitó su detención por el caso Quer.
En esa vista oral, celebrada el pasado mes de abril, Abuín Gey –que ya se encuentra en Teixeiro– hizo gala de una actitud pasivo-agresiva, pareciendo quedarse dormido a ratos y vertiendo estrambóticas declaraciones sobre los guardias civiles que lo investigaron, amén de unas palabras de perdón hacia los padres de Diana Quer cargadas de enigma en un proceso que, recordemos, no juzgaba el crimen de la joven sino el intento de rapto.
Aunque esa vista oral bien pudo servir de precuela de la que se avecina, pues en la sala estaba presente Juan Carlos Quer, quien asistió voluntariamente como público y protagonizó escenas de tensión al posar su mirada durante minutos sobre un impasible Abuín. En diez días esta hostilidad podría repetirse, y no solo entre el padre de Diana y el acusado, sino también entre el primero y su exmujer.
De todo lo que ocurra en la sala estarán pendientes los 28 medios de comunicación de todo el país acreditados para cubrir el que se presume el juicio más mediático del año en Galicia y también en España, a la par con el de Ana Julia.
PADRES Y EXMUJER DE ABUÍN. De entre todos los testimonios previstos, son especialmente esperados los de cinco familiares de El Chicle que declararán el miércoles 30 de octubre. Se espera que acudan tanto los progenitores como la ya exmujer del acusado, Rosario Rodríguez, quien llegó a estar encausada por encubrimiento en los compases iniciales del caso.
Aunque el punto álgido se espera para un día antes, cuando saldrán al estrado Abuín Gey y los padres de Diana. En las jornadas posteriores declararán, entre otros, la mariscadora que encontró el iPhone de la víctima bajo el viaducto de la autovía y numerosos amigos de la joven.
El TSXG prevé que «el 11 ó 12 de noviembre» el presidente del tribunal, el magistrado Ángel Pantín, entregue el objeto de veredicto.
