El curso escolar en primaria e infantil comenzó hace un mes, secundaria y bachillerato lo hicieron algo más tarde, y desde entonces y pese a la incidencia del covid-19 los centros educativos no solo son "seguros", pues no hay ninguno cerrado, sino que "funcionan como cortafuegos, como lugares de identificación y ruptura de la cadena de transmisión" del virus.
Así lo ha subrayado esta mañana en A Coruña el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, que ha detallado que, según los últimos datos de que dispone, que son del pasado viernes, hay en torno a 470 infectados entre profesores, alumnos y personal de servicio de entre las 450.000 personas que entran y salen diariamente de los colegios.
El ratio de afección es por tanto "tremendamente bajo" y mantiene cerradas actualmente de 23 aulas de las alrededor de 15.800 que hay en Galicia, apunta el conselleiro, que aclara que en general el centro recibe el virus del alumno y no al revés, es decir, el alumno no se contagia en el colegio en la inmensa mayoría de casos.
Detrás de estas cifras está el esfuerzo de las familias, de los centros educativos, de los servicios de inspección, de los profesores, etcétera, ha enumerado Rodríguez, que junto con el conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, ha visitado el servicio de Covid-Auto Escola instalado en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña.
De esta iniciativa de Sanidad ha recalcado que "contribuye a reducir miedos, incertidumbres y estrés que genera en una familia saber que tu hijo puede estar potencialmente infectado" de covid-19, por lo que se "gana en rapidez y agilidad y se contribuye a que tengamos mayor capacidad para frenar el virus".
La Xunta ha realizado en toda Galicia más de 2.000 pruebas en los Covid-Auto Escola, y a día de hoy, después de tres días no laborables, no hay ningún niño pendiente de prueba.
Además de esta herramienta ha citado la plataforma Educovid, que funciona como un sistema de alerta con los centros para identificar PCR positivas y transmitir con rapidez información sobre contactos y se puedan adoptar medidas inmediatas.
Preguntado por el caso del colegio Luis Seoane y la dimisión de su directora después de que un niño se quedase olvidado dentro de un autobús escolar varias horas, Rodríguez ha insistido en ella no fue responsable de este suceso sino de no avisar "en tiempo y forma", por lo que se produjo una pérdida de confianza en el equipo directivo, que fue relevado.
El conselleiro ha descartado que se dé marcha atrás en este asunto porque se podría entender que la decisión del servicio de inspección "puede estar sometida a presiones políticas", y ha opinado que "no debemos poner en tela juicio la decisión de inspección" porque ello "significaría romper la estructura de la organización de un servicio tan importante como el educativo".
