Un conejo que no necesita orejas para triunfar

Un gazapo de Xinzo alcanza la fama en la red por nacer sin rabo y sin los apéndices característicos de la especie

El conejo sin orejas de Xinzo. TVG
photo_camera El conejo sin orejas de Xinzo. TVG

Esto no es Fukushima, donde tres meses después del tsunami y la fuga nuclear de marzo de 2011 se registró un fenómeno idéntico. Es Xinzo de Limia y, a pesar de su apariencia, nuestro protagonista no es fruto de una mutación radiactiva. Es un conejo nacido sin orejas y sin rabo que por esta misma causa, desde que su dueña lo diera a conocer en Instagram, se está convirtiendo en una estrella en las redes sociales.

De blancura nívea, ojos curiosos y comportamiento tranquilo y cariñoso, el gazapo nació en la parroquia de Faramontaos en una fecha señalada, el 25 de diciembre, pero no fue hasta un mes después cuando la criadora, María Dolores Sotelo, se percató de que un miembro de la camada destacaba de entre el resto por su aparente impasibilidad: al abrir la puerta de la conejera, todos se asustaban y escapaban, "e ese non", rememora la mujer en la TVG.

En ese momento, María Dolores constató que no era un conejo cualquiera. Le faltaba, precisamente, una de las características definitorias de la especie: sus largas orejas. 2Non ten nin buratiños", añade Alba, su propietaria.

"É unha cousa supercuriosa, e claro, dache ternura", afirma mientras lo guarda en el regazo. "Os outros, aínda que sexan bonitos, non son tan especiais coma este", sentencia.

Como si de un cuento con moraleja se tratase, esa misma diferencia es la que ha convertido al conejo en una celebridad a la que se consiente todo tipo de lujos, empezando por una jaula nueva en la que sus dueños han invertido más de 100 euros. Y, por supuesto, por petición popular, también le ha apartado de un destino fatal.

"Este coelliño, ata que morra de maior, a ver cantos anos dura", ratifica Alba, que fue la primera en solicitar el indulto.

En tanto que su imagen se viraliza en internet y atrae la atención de numerosos visitantes que desean retratarse junto a él, el gazapo permanece ajeno a todo, igual de imperturbable que cuando María Dolores se acerca para alimentar al grupo.

Sin embargo, su futuro apunta lejos de este criadero ourensano. De entre todas las solicitudes de adopción que le constan, hay una que, por orden de llegada y por importancia sentimental, ha logrado llevarse el conejo al agua, explica Alba. La estrella de la camada será el particular regalo de bodas que le entregará a una amiga suya.

Comentarios