Condenado el Sergas por la muerte de un paciente por fallo de diagnóstico

El auto judicial estipula una indemnización de 20.000 euros a la hija del fallecido, vecina de Chantada

El juzgado de lo contencioso número 2 de Santiago de Compostela ha dictado una sentencia en la que condena al Sergas por la muerte de un paciente por error de diagnóstico. La asociación Defensor del Paciente ha informado en un comunicado de que el auto judicial estipula una indemnización de 20.000 euros a la hija de C.L.T., de 70 años, vecina de Chantada, por el error al confundir un mesotelioma con un cáncer de páncreas.

Los hechos -explica- se remontan a septiembre de 2006, cuando al paciente se le diagnostica un cáncer de próstata y es tratado con bloqueo hormonal y radioterapia. En enero de 2007 se le realiza un TAC en el que el criterio diagnóstico cambia a cáncer de páncreas y se programan en el CHUS un tratamiento de diversos ciclos de quimioterapia. "El diagnóstico de cáncer de páncreas -concreta la asociación- se realiza únicamente en base a una citología, prueba que no es la adecuada por su sensibilidad y especificidad para realizar este tipo de diagnóstico".

Posteriormente, en mayo de 2007 comienzan seis ciclos de quimioterapia para tratar el cáncer de páncreas y, durante el tratamiento, se realizan varios TAC tras los que se informa al paciente de que la enfermedad progresaba favorablemente y, en marzo de 2008 el paciente ingresa en dos ocasiones en el servicio de urgencias del citado hospital por dolor abdominal y se le diagnostica bronquitis, por lo que es dado de alta y se le remite al domicilio.

Sin embargo, dada la persistencia del malestar general, acude a urgencias del hospital comarcal de Monforte, donde es intervenido en marzo de 2008 por una colecistitis aguda y se le informa de que el cáncer de páncreas no existe, que es un error de diagnóstico y que el cáncer se manifiesta en el mesotelioma peritoneal. El Defensor del Paciente resalta que, al contrario que en Monforte, en Santiago no se le practicó una biopsia al paciente.

También le informaron en Monforte de que "los ciclos de quimioterapia que recibió no sirvieron para nada y que el cáncer primario era el de mesotelioma y que, por tanto, se habían perdido dos años de lucha contra la enfermedad que, de modo silente, se estaba desarrollando al no estar diagnosticada ni tratada, siendo tratada otra que no existía". El paciente falleció del mesotelioma meses más tarde de su diagnóstico.

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