Las temperaturas son extremas en el centro educativo ourensano Amadeo Rodríguez Barroso, donde los fallos en el sistema de calefacción llevaron en 2012 a los padres de los alumnos a vestir mantas, guantes y bufandas para rebelarse contra el frío. Las quejas se ha recuperado este abril de 2014, aunque con un atuendo muy distinto, dado que protestan por un calor insufrible.
A escasos meses de la llegada del verano, los padres denuncian que varias aulas del ala sur del centro han registrado hasta "28 grados de temperatura", según las mediciones realizadas, que se llegan a elevar a los 36 en temporada alta, por lo que han exigido a la Consellería de Educación "una solución" a este nuevo problema que pasaría, por ejemplo, por "la colocación de toldos".
Así, bajo el lema Os nenos dos Rosais non somos tropicais, cerca de un centenar de padres y alumnos han escenificado un auténtico "día en la playa" para significar el calor que pasan sin remedio.
Perfectamente equipados, no han dudado en sacar a un jardín adyacente al colegio sombrillas, flotadores, pelotas y bikinis, con el fin de trasladar a la ciudadanía esta situación que califican de insostenible.
Los progenitores se quejan de que la Consellería de Educación no ha tomado las medidas oportunas al respecto "a pesar de que se trata de un problema del edificio".
"La asociación de madres y padres, ANPA, hizo todo tipo de reclamaciones escritas pero no nos dieron respuesta", ha explicado un integrante de la ANPA, Pepe, quien ha preferido no desvelar su apellido.
De esta forma, los niños se enfrentan al problema diario de que tienen que "beber en clase e ir al baño", continuamente, sumado a que "las profesoras no les pueden poner los mandilones", todo "un problema" derivado del calor, ha abundado.
El centro fue construido hace cuatro años, pero los padres denuncian que padece "muchos defectos estructurales", por lo que han dirigido una carta al delegado territorial de la Xunta de Galicia, Rogelio Martínez, a la jefa territorial de Educación y al conselleiro de Educación, Xesús Vázquez, acompañada de 240 firmas para pedir que atajen esta situación.
Según este portavoz y afectado directo, la construcción es "prácticamente nueva, pero con muchas deficiencias". Mientras tanto, denuncia que la Xunta no ofrece una alternativa por cuestión económica en este centro que costó en su momento más de cuatro millones de euros.
A pesar de sus múltiples innovaciones, los afectados lamentan que el colegio no está acondicionado como centro escolar.
Actualmente la apertura de la ventana impide bajar la persiana, tampoco hay "perchas en el comedor" y en los baños hay puertas correderas, con los problemas que suponen para los más pequeños.
Una madre afectada, Yolanda R. ha asegurado que tuvo que llevar a su hija, con un problema de piel, varias veces al dermatólogo a causa de los problemas sufridos a causa del calor.
Los padres de este centro, ubicado en el barrio ourensano de Os Rosais, con más de 300 estudiantes, ya habían realizado actos de protesta en 2012 con mantas, guantes y bufandas por los problemas derivados de la falta de calefacción, un sistema por biomasa que tuvo que ser sustituido por radiadores.
El problema, según ha aclarado el integrante del ANPA, parece ser que las infraestructuras "no son aptas para la climatología de esta zona", en cuyas aulas han llegado a estar a -1 grado en invierno y en verano a más de 30, una situación que esperan que les solvente la Xunta.
Fuentes consultadas por la Consellería de Educación han asegurado que están buscando una solución.
Por el momento, han indicado que se han colocado persianas y han confirmado que se colocarán "progresivamente" toldos, para lo cual todavía no hay fecha, en función de la disponibilidad presupuestaria.
La delegación territorial de Ourense ha puntualizado que "ya están contratados los toldos para las aulas de educación infantil" para su instalación "este año". El resto se irán colocando "de forma escalonada", según el presupuesto.
Colegiales ourensanos se ponen el bañador contra las temperaturas ''asfixiantes'' de sus aulas
