La Guardia Civil ha dado por concluida la operación Aleta, relacionada con estafas a compañías aseguradoras, cuya operación se ha saldado con cincuenta personas detenidas o imputadas.
Según ha informado la comandancia de Ourense, el dispositivo se inició en junio de 2010, tras tener conocimiento del cobro de "cuantiosas indemnizaciones fraudulentas" a las compañías mediante la simulación de siniestros de vehículos o el robo de los mismos.
Para ello, la organización se valía de su condición de profesionales del sector del automóvil (talleres de reparación, concesionarios de compra venta, grúas de asistencia, agentes de seguros, peritos y gestores), para dar veracidad a los hechos.
La trama investigada, siguiendo las indicaciones de asesores mercantiles e inspectores de hacienda, había creado distintas empresas a través de las cuales canalizaban los beneficios económicos obtenidos con su actividad delictiva, abundan estas fuentes.
Para llevar a cabo su actividad, adquirían en Alemania vehículos de alta gama y los trasladaban a un taller de confianza, ubicado en la provincia de Ourense. Si había un comprador interesado, la organización procedía a su venta, y si no, lo matriculaban y lo aseguraban a todo riesgo a nombre de un tercero, que lo utilizaba por poco tiempo.
A continuación, utilizando una paleadora o un tractor, dañaban el vehículo hasta dejarlo siniestro total y a través de la empresa de grúas de uno de los investigados lo trasladaban.
Mientras, los trámites de peritación a los que eran sometidos los vehículos se realizaban en el taller de chapa y pintura de otro de los componentes.
En caso de que las compañías aseguradoras realizasen alguna labor indagatoria, este taller emitía facturas e informes falsos.
Otra fórmula que utilizaban era adquirir vehículos que hubiesen sufrido un accidente, y que hubiesen quedado siniestro total por los que ofrecían un precio mayor que el ofertado por los desguaces. A continuación, colocaban la matrícula en otro de similares características y suscribían una nueva póliza con otra aseguradora.
Cuando consideraban que un vehículo estaba involucrado en numerosos siniestros ficticios, denunciaban la sustracción completa. "Se tiene constancia de haber obtenido con un mismo vehículo cuatro indemnizaciones de tres compañías distintas por un valor de 147.153 euros", apunta la Guardia Civil
Realizadas las investigaciones oportunas, los agentes detuvieron e imputaron a cincuenta personas en Ourense, A Coruña, Pontevedra, Madrid, Toledo, Ávila y Segovia.
Durante la operación, practicaron ocho registros en los que se recuperaron e intervinieron vehículos sustraídos, entre ellos ocho turismos de alta gama, componentes mecánicos, equipos informáticos y gran cantidad de documentación.
A los detenidos se les imputa la comisión de varios supuestos delitos, entre ellos, estafa, falsedad documental, de simulación de delito, robo de vehículos y receptación, usurpación de estado civil, fraude fiscal, blanqueo de capitales y contra la propiedad industrial.
La investigación contó con la colaboración del Grupo de Informes y Apoyo a Tráfico (GIAT) de los Subsectores de Tráfico de Ourense y Pontevedra, así como de los cuerpos policiales portugueses, en la localización en Portugal de personas y vehículos sustraídos.
En total, el Instituto Armado estima que habrían obtenido "indemnizaciones fraudulentas que superan ampliamente los 600.000 euros y la existencia de un incremento patrimonial no declarado de más de un millón euros".
