CESPA denuncia que numerosos sabotajes siguen afectando a la recogida de basuras

La empresa CESPA ha denunciado hoy que continúan los sabotajes que afectan al servicio de recogida de basuras en A Coruña, coincidiendo con la huelga que mantienen los trabajadores de Albada, la compañía concesionaria de la planta de reciclaje de Nostián.

La concesionaria del servicio de recogida de basuras de la ciudad ha informado de que subsanó en la jornada del martes los "cuantiosos y numerosos desperfectos" provocados en los camiones la noche anterior, cuya reparación ascendió a 50.000 euros. Además, insiste en que el sabotaje se ha repetido en el acceso a la planta de Nostián, donde han vuelto a pinchar las ruedas de cinco vehículos. Según CESPA, esta situación ha provocado que el servicio no se haya podido desarrollar con total normalidad, por lo que la compañía lamenta de nuevo los perjuicios que se hayan podido ocasionar a la ciudadanía.

La empresa presentó ayer una denuncia ante la Policía Nacional para que investigue la autoría de los hechos e identifique a las personas que accedieron durante la madrugada del lunes a las instalaciones de A Grela para pinchar las ruedas de 31 vehículos que procedían a iniciar el turno de recogida de basuras.

Desde el comité de empresa de Albada se ha negado cualquier vinculación con estos sabotajes, y han anunciado que emprenderán acciones legales si alguien trata de relacionar a los huelguistas con los mismos.

El Ayuntamiento de A Coruña ha hecho reiterados llamamientos a la a la dirección y a los trabajadores de Albada para que retomen las negociaciones y pongan fin a la huelga que comenzaron en la madrugada del lunes como indefinida y que está afectando ya al servicio de reciclaje, pues los
residuos están siendo transportados "sin tratar" al vertedero de Sobrado, algo que la empresa Albada ya ha denunciado. Por su parte, los trabajadores, que respaldan en su mayoria la protesta han denunciado también los servicios mínimos, que ya han recurrido.

El conflicto de Albada viene arrastrándose de meses atrás y sólo un preacuerdo alcanzado a última hora pudo evitar una huelga indefinida el pasado mes de abril. El supuesto incumplimiento de este acuerdo es lo que ha motivado esta nueva convocatoria de huelga, que se suma a la acampada indefinida iniciada el pasado día 31 de junio por un trabajador de la empresa y a la que se han sumado numerosos compañeros para exigir su readmisión. De hecho, según el comité de empresa, el trabajador despedido, miembro también del comité de empresa, está siendo utilizado como "rehén" por parte de la empresa para conseguir firmar un convenio colectivo "a la baja".

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