La pandemia del coronavirus se ha dejado notar también en la tradicional festividad de Todos los Santos, con menos visitas en los cementerios españoles, con controles en los accesos y bajo estrictas medidas de seguridad. Tampoco en Lugo hubo colas en los accesos y salidas del camposanto, a diferencia de otras ediciones.
Las visitas a los camposantos estuvieron condicionadas por el cierre perimetral en las siete principales ciudades gallegas y su entorno, con el fin de limitar la movilidad para reducir contagios de Covid-19. De hecho, los desplazamientos para visitar cementerios fuera de esos perímetros delimitados no estaban permitidos desde la aplicación de la norma, en vigor desde las 15.00 horas de este viernes. Esto provocó en unos casos anulaciones de flores y en otros, que los propios establecimientos llevasen los encargos a los nichos correspondientes.
Además, la Consellería de Sanidade limitó a cuatro personas del "mismo grupo familiar/convivientes" y a "30 minutos máximo" las visitas a los cementerios. Así se reflejó en las recomendaciones recogidas en el protocolo de prevención de la infección por el virus en lo cementerios de la comunidad aprobado por el comité clínico el pasado viernes 23 de octubre, en el que se subraya que la duración de las visitas a los cementerios "deberá ser lo más breve posible y, en ningún caso, deberá ser superior a 30 minutos".
El documento también subraya que "la situación epidemiológica actual imposibilita la realización de misas de campaña —en el exterior— en los cementerios" gallegos.