Una conductora de transporte escolar fue interceptada este martes por la Guardia Civil en Ordes con el carné retirado por pérdida de puntos y con doce escolares a bordo, en un alarmante suceso que vuelve a poner en jaque al sector y la comunidad educativa en Galicia después del positivo en cocaína que arrojó hace solo dos semanas, en las cercanías de Ourense, otro chófer de un autocar con 23 niños dentro.
Si en este último caso el infractor fue cesado inmediatamente en su empleo, se desconoce de momento qué medidas tomará la empresa implicada en el incidente de este martes o si la Justicia actuará contra la propia compañía en caso de apreciarse falta de control sobre sus empleados cuando el caso sea investigado. La trabajadora, además, intentó eludir el control policial dejando a los infantes unos metros antes de la parada señalizada a las puertas del colegio, indica el Sector de Tráfico de la Guardia Civil en una nota de prensa.
La conductora, según relata el cuerpo, arribaba al filo de las nueve de la mañana al centro educativo, ubicado en el casco urbano ordense, tras haber recogido a doce escolares en sus casas, en distintos puntos de la comarca. Los niños recorrieron, de este modo, varios kilómetros con su suerte puesta en las manos de una persona a quien las autoridades habían despojado del carné de conducir debido a la comisión de múltiples infracciones de tráfico.
En la parada del colegio esperaba una patrulla de Tráfico, en el desarrollo de sus funciones en la campaña especial de transporte escolar que desarrolla estos días la DGT. Al ver de lejos a los guardias civiles, la chófer giró bruscamente a la derecha, detuvo la marcha y abrió las puertas del vehículo, un microbús Mercedes Vito, del que comenzaron a salir los niños.
La extraña maniobra —realizada "con la clara intención de continuar el viaje y evitar la inspección", observa la Guardia Civil— llamó la atención de los uniformados, que se dirigieron de inmediato al autocar para comprobar qué sucedía. La conductora trató de aparentar naturalidad pese a estar visiblemente nerviosa, y negó que hubiese dejado a los críos antes de la parada por temor al control. Sin embargo, la documentación habló por sí sola y los guardias civiles vieron cómo la licencia de conducir le había sido retirada por reiteradas infracciones.
Al respecto, cabe matizar que la pérdida de puntos se aplica a todos los tipos de carnés de los que disponga una persona —en el caso de la chófer de este martes, requería la clase D1, correspondiente a un minibús—. Es decir, es posible que la mujer perdiese los puntos al ser multada al volante de su coche particular. Sea como fuere, afronta ahora una nueva causa por un delito contra la seguridad vial, en un caso que podría salpicar también a la empresa de transportes.
