Canadá sí desplegó medios en otros dos naufragios ocurridos en aguas Nafo

El Salvamento Marítimo local canceló definitivamente la búsqueda de restos del Villa de Pitanxo
Un helicóptero canadiense en la zona del naufragio. CEDIDA
photo_camera Un helicóptero canadiense en la zona del naufragio. CEDIDA

Familiares, amigos, redes sociales, concellos, sindicatos, partidos políticos, Xunta, Gobierno central... El clamor porque se retomen las labores de búsqueda de los desaparecidos del Villa de Pitanxo trasciende incluso nuestras fronteras. Salvo en Canadá, cuyas autoridades continúan reticentes a reanudar el rastreo, alegando malas condiciones meteorológicas y que la zona donde se produjo el naufragio no es de su competencia.

Efectivamente, el lugar donde se fue a pique el Villa de Pitanxo se encuentra a 250 millas de la costa canadiense (solo 50 por encima del límite jurisdiccional) y eso justificaría las reticencias de Ottawa a volver a desplegar medios en la zona para intentar recuperar algún cuerpo (las posibilidades de hallar supervivientes son totalmente nulas).

Sin embargo, en situaciones similares precedentes, el Gobierno canadiense sí autorizó y promovió recursos para auxiliar a las tripulaciones de otros barcos que acabaron en el fondo de las gélidas aguas de Terranova.

Concretamente, en febrero de 2003, la Marina de Canadá rescató a los 20 tripulantes del pesquero Arcay que naufragó a unas 400 millas de la costa, es decir, casi el doble de distancia de la que se encontraba el Villa de Pitanxo. Esa rápida intervención posibilitó que el accidente se saldase sin ninguna víctima mortal.

Idéntico final feliz se produjo solo seis años más tarde, y también un mes de febrero. El Monte Galiñeiro faenaba a poco más de 250 millas de la costa cuando sufrió dos explosiones y un incendio que obligó a sus 22 tripulantes a abandonar súbitamente el bacaladero.

Pero todos pudieron contarlo gracias a la eficaz actuación de una embarcación de guardacostas de Canadá, que acudió de inmediato a la llamada de socorro lanzada por el pesquero vigués.

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Esa rapidez de reflejos de los servicios de emergencia canadienses es la que ahora se reclama, sin que las insistentes peticiones del Gobierno español hayan dado su fruto hasta ahora más allá de una declaración de buenas intenciones "cuando el tiempo mejore".

CANCELACIÓN DEFINITIVA. De momento, el centro de coordinación de Halifax trasladó al Salvamento Marítimo de España que "había cancelado definitivamente" cualquier tipo de búsqueda relacionada con el Villa de Pitanxo y que la reactivación estaba descartada.

No obstante, esta circunstancia no impide que Canadá pueda retomar el despliegue en cualquier momento y atender así las peticiones españolas. El matiz está en que sería otro departamento el que se encargaría de su coordinación: la institución federal de Pesca y Océanos de Canadá, que engloba a la Policía y la Guardia Costera.

Mientras el Gobierno español aguarda que cuajen sus peticiones, ha pedido a tres buques españoles que se encuentran en la zona del naufragio para que "maximicen la capacidad de detección y ver si efectivamente aún fuera posible encontrar algún cuerpo en esas circunstancias".

El ministro de Pesca, Luis Planas, ha agradecido a estos pesqueros –que siguen faenando en aguas de Canadá– su colaboración en las tareas de rescate en unas condiciones "muy difíciles".

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