El calor no dará tregua hasta el lunes agravado ahora por los incendios

Ourense continúa este jueves en alerta roja, tras alcanzar los 42,2 grados en Valdeorras. Ribas de Sil llegó a los 41 y solo A Mariña se libra de avisos ► Las llamas devoran más de 140 hectáreas en la comarca de O Ribeiro y el fuego de Palas calcinó 22. Portugal revive su pesadilla de 2017
Frente de llamas que afectó a la Serra do Careón entre Palas y Melide. ELISEO TRIGO
photo_camera Frente de llamas que afectó a la Serra do Careón entre Palas y Melide. ELISEO TRIGO

La ola de calor que asfixia a media Europa, a España y a Galicia todavía alcanzará este jueves su punto álgido y no dará tregua hasta el lunes, cuando está prevista la entrada de una masa de aire frío por el tercio oeste de la Península que bajará el mercurio entre 7 y 8 grados. Hasta entonces, toca resistir un bochorno que va camino de convertirse en histórico y que en las últimas horas se está agravando con una ola incendiaria que arrasa el sur de Europa y que también tiene consecuencias en la comunidad gallega.

De arranque, tanto Aemet como Meteogalicia coinciden: este jueves será otro día tórrido en Galicia, con todo el territorio en alerta con excepción de A Mariña. Será de nivel rojo en el Miño ourensano, en la raia pontevedresa y en la comarca de Valdeorras; naranja en las Rías Baixas, sur de Lugo e interior de A Coruña; y amarilla en el resto, con la habitual excepción de A Mariña, pese a que este miércoles Viveiro alcanzó los 33,4 grados y Burela los 31, algo casi insólito.

En todo caso, nada que ver con los 42,4 grados que marcó la estación de Vilamartín de Valdeorras, que este miércoles fue la sartén de Galicia. Le siguió de cerca la ciudad de Ourense, con 41,9, mientras que San Clodio de Ribas de Sil, en Lugo, alcanzó los 41. En Míllara (Pantón) hubo 40,5 y en Monforte se "cocieron" a 40 grados. Aemet llegó a registrar 41,1 en el monte Iroite, en pleno Barbanza y al lado del Atlántico, una muestra más de las anomalía de este insólito episodio de calor extremo.

Con este panorama, toda España salvo Canarias está este jueves en alerta por calor. Y cinco comunidades -Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura- activaron avisos de nivel rojo por riesgo extremo, ya que se espera que el mercurio pueda subir hasta los 44 grados.

Este miércoles ya se superó esa cifra con claridad en Almonte (Huelva), que subió hasta 45,6 grados; Olivenza (Badajoz), con 45,4; y la propia capital extremeña con 45,2.

INCENDIOS. Y una de las principales consecuencias de las altas temperaturas, como cada verano, son los incendios forestales, que se están cebando de forma muy especial con el sur de Europa. En el caso de Galicia, la preocupación se centra en la comarca de O Ribeiro, en Ourense, donde tres frentes activos en los concellos de Ribadavia y Melón superaban este miércoles las 140 hectáreas arrasadas y al cierre de esta edición avanzaban sin control, según Medio Rural.

El de Ribadavia se declaró el lunes y afecta ya a unas 65 hectáreas. Trabajan en su extinción 18 agentes, cuarenta brigadas, veintisiete motobombas, cuatro palas, siete helicópteros y cinco aviones. Y en los dos de Melón, que empezaron entre el lunes y este miércoles, ya quemaron 80 hectáreas. Sin salir de Ourense, otro incendio en Vilamarín obligó a cortar la circulación en la N-540.

El que sí quedó extinguido fue el foco que afectó a la Serra do Careón en Palas de Rei, que se sofocó pasadas las 19.30 horas tras quemar una superficie de 22 hectáreas de monte raso.

Peor pintan las cosas en el país vecino. Portugal vive su peor ola incendiara desde la tragedia de Pedrogao Grande en 2017, que ya arrasó más de 6.000 hectáreas, dejó una mujer fallecida y al menos 45 heridos, dos graves. Algunos de esos fuegos son fronterizos con Galicia, en las zonas del parque de Geres y Caminha.

En Francia hay 6.500 personas evacuadas por las llamas.

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