La caja negra en coches y furgonetas: ¿efectos disuasorios?

Un sistema como el de los aviones llega a los coches en medio año. Registrará la velocidad y otros factores
El chip se conectará a un PC. EP
photo_camera El chip se conectará a un PC. EP

Todos los turismos y furgonetas que se fabriquen en Europa a partir de julio de 2022 —y los que se vendan desde enero de 2024— equiparán una caja negra, un elemento de seguridad que toma el nombre del mundo aeronáutico porque, como ocurre en los aviones, registrará distintos parámetros del vehículo para ser analizados en caso de accidente: velocidad, revoluciones del motor, distancia de frenado, giros en la dirección, fuerzas centrífugas...

Este aparato, que irá atornillado al asiento del conductor en forma de chip, se postula así como un mecanismo clave para dilucidar las circunstancias de los accidentes viales y se antojan una prueba clave en juicios y atestados, sustituyendo a las mediciones de huellas de frenada y otros rastros que toman actualmente los peritos en el lugar del siniestro, sin poder afinar más allá de estimaciones.

De este modo, la DGT considera que este avance constituirá un paso más allá en la seguridad vial y espera que, paralelamente a su utilidad pericial, genere también un efecto disuasorio en los conductores, sobre todo a la hora de no pisar de más el pedal derecho. Y es que, con la certeza de que la velocidad exacta quedará registrada en caso de siniestro, puede haber más de uno que se lo piense...

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