X.R. Bustelo: "Queremos aumentar la supervivencia del cáncer del 55% actual al 70% en 10 años"

Doctor en Biología por la USC, la carrera académica e investigadora de este experto de Padrón, desarrollada entre EE UU y España, ha dado lugar a avances importantes en el campo de las bases moleculares de los tumores. 

Xosé Ramón Bustelo. EP
photo_camera Xosé Ramón Bustelo. EP

Científico empeñado en entender el cáncer es la forma con la que Xosé Ramón Bustelo (Padrón, 1962) resume su amplia trayectoria. Tras hacerse doctor en Biología por la USC, cruzó el charco hacia Estados Unidos, donde se instaló durante 10 años (1990- 2000) para ejercer como profesor e investigador. A su regreso a España, el iriense se incorporó al Centro de Investigación del Cáncer, una institución impulsada por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Salamanca de la que es vicedirector. Las contribuciones más sobresalientes de Bustelo, miembro de la Real Academia Galega de Ciencias, se centran en la lucha contra el cáncer, ocupando una posición relevante a nivel nacional e internacional. 

¿Qué retos a corto plazo plantea la oncología actualmente? 
Todavía tenemos muchos desafíos pendientes, tanto desde el punto de vista básico como clínico. El primero es mejorar las técnicas para detectar los tumores lo más rápidamente posible y, sobre todo, en sus etapas más tempranas. En segundo lugar, queremos aumentar el arsenal terapéutico contra los distintos tipos tumorales y hacer que estos puedan ser aplicables a un porcentaje alto de pacientes. Otras cuestiones que queremos resolver versan sobre cómo los cánceres se hacen resistentes a las terapias y sobre cómo lidiar terapéuticamente con los tumores que se han diseminado a otras partes del cuerpo. En lo que respecta a lo social, existe el reto de aumentar la supervivencia del cáncer en los próximos 10 años, de tal manera que pase del 55% de los casos actuales a tasas de supervivencia cercanas al 70%. 

¿Y a largo plazo? 
Hay otro problema esencial: saber cómo inhibir moléculas que participan en el cáncer y que, con el conocimiento actual, se ignora cómo hacerlo. Hay mucho camino por delante en este aspecto. Por otra parte, tenemos distintos problemas más limitados, como abordar el tratamiento de tumores que tienen una baja tasa de supervivencia actual —véase el cáncer de páncreas—, pero también el de casos que, por su baja incidencia, no representan actualmente una prioridad científica. 

El principal reto es mejorar las técnicas para detectar los tumores lo más rápido posible en sus fases más tempranas

¿Qué papel está desempeñando Galicia contra esta enfermedad? 
La comunidad gallega cuenta con varios grupos de investigación punteros en oncología en áreas muy importantes como son, por ejemplo, la genómica, la bioinformática, la biopsia líquida o la nanotecnología. Como dato negativo cabría citar que estas iniciativas están muy atomizadas y no son numerosas. También ayudaría el que existiese un centro de investigación que pudiese dar un impulso a la oncología en Galicia. Este es un déficit claro si la comparamos con otras autonomías. 

¿Cuáles son los trabajos más prometedores que está desarrollando el Centro de Investigación del Cáncer? 
Hay varias líneas de interés en marcha, sobre todo en el caso de tumores de mama, pulmón y de la sangre. Existe también un proyecto multicéntrico que agrupa a varios profesionales de nuestro centro y de otros organismos británicos e italianos para estudiar la evolución de tumores desde las fases más iniciales a la más maligna. Con ello se quiere descubrir las moléculas que inician el cáncer, dado que será el momento en que este pueda ser tratado de forma más fácil. Desde el punto de vista más clínico, destaca la puesta en marcha de inmunoterapias para pacientes con cánceres de sangre específicos. 

¿Algún tipo de cáncer cuenta con investigaciones más adelantadas? 
Los tumores más frecuentes están siendo estudiados de forma intensiva tanto en España como en el resto del mundo. Eso se ha traducido, por ejemplo, en el desarrollo de los primeros fármacos dirigidos a comienzos de este siglo. El déficit, creo yo, está en tumores raros y menos frecuentes. 

Galicia cuenta con grupos punteros para la investigación sobre el cáncer pero están atomizados y son pocos

¿El covid retrasó los tratamientos? 
Sí, ha retrasado sobre todo los diagnósticos y, por tanto, los tratamientos posteriores de los nuevos pacientes. Por ejemplo, las sociedades médicas hemos estimado que el año pasado se retrasó el diagnóstico de casi 55.000 pacientes en toda España. Esto, obviamente, repercute negativamente en el tratamiento posterior de los mismos. El reto actual es, justamente, recuperar este tiempo perdido lo más rápidamente posible. En cuanto a los tratamientos que estaban en curso, no creo que haya afectado negativamente. Eso sí, durante la fase más álgida de la pandemia los oncólogos tuvieron que diseñar nuevas pautas y protocolos clínicos para compatibilizar la seguridad de los pacientes ante el covid-19 con la administración óptima de las terapias en curso. Hay que reconocer, en este sentido, la gran labor que los oncólogos y personal sanitario han hecho para que estos cambios se hiciesen de la forma más rápida y efectiva posible. 

¿Cómo puede afectar el covid a un diagnosticado con cáncer? 
En principio, igual que a un individuo normal. Hay excepciones, sin embargo. Por ejemplo, los pacientes con cáncer de pulmón son mucho más sensibles a los efectos del covid-19 debido a las alteraciones que posee dicho órgano. Los pacientes con cánceres de células de la sangre o los sometidos a algún tipo de terapia son también más susceptibles, debido en muchos casos a que su sistema inmunitario esta disminuido por el tratamiento de la enfermedad.

Es frustrante pensar que el Gobierno gasta más en asesores de lo que destina al cáncer

¿A qué trabas burocráticas deben hacer frente los investigadores? 
¿Qué pensarían los lectores si les digo que para comprar unos bolígrafos hay que presentar tres presupuestos? ¿O de que es imposible contratar a un premio Nobel extranjero a no ser que tenga el título de doctor homologado? ¿O de que desde que hay una plaza en la administración estatal para un investigador pasan casi dos años desde que se convoca hasta que toma posesión de la misma? ¿O de que un tercio de los investigadores españoles esté sin financiación ocho meses simplemente porque un burócrata del Ministerio de Ciencia e Innovación decida cambiar el calendario de petición de ayudas científicas? Pues estos ejemplos son solo la punta del iceberg. 

¿Cómo es la ayuda por parte de las administraciones? 
Insuficiente. España está muy por debajo de países punteros como el Reino Unido, Alemania, los países escandinavos o Francia. Además, otras naciones como Portugal y la República Checa nos han adelantado. De hecho, en estos momentos, hay proyectos punteros sobre el tratamiento de la enfermedad que no se pueden realizar en España a no ser que se consiga financiación internacional. Y es bastante frustrante pensar que el Gobierno gasta más en asesores de lo que destina a cáncer en los proyectos de investigación.

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