El Boe publica el proceso para declarar oficialmente la muerte de Sonia Iglesias

La pontevedresa desapareció en agosto en 2010 con 37 años
Sonia Iglesias, desaparecida en 2010 en Pontevedra. AEP
photo_camera Sonia Iglesias, desaparecida en 2010 en Pontevedra. AEP

El Boletín Oficial del Estado (Boe) de este jueves publicó el anuncio que pone en marcha el procedimiento final para declarar el fallecimiento de Sonia Iglesias Eirín, la pontevedresa desaparecida en agosto de 2010 cuanto tenía 37 años de edad. 

El verano pasado, una vez transcurrido el plazo legal para poder oficializar el fallecimiento de un desaparecido, que son diez años, la familia puso en marcha un proceso que, una vez cumpla los tiempos, culminará uno de los mayores dramas y uno de los grandes misterios de la crónica negra gallega del siglo XXI. 

El hijo de la víctima, Alejandro Araujo Iglesias, activó este procedimiento reglado en el Código Civil en el mes de noviembre pasado, dos meses después de fallecer su padre, Julio Araujo, que siempre fue el principal sospechoso de la desaparición de Sonia Iglesias. 

El jueves, el Boe publicaba el texto en el que recogía cómo Gema Antolín Pérez, letrada de la administración de Justicia del juzgado de primera instancia número 5 de Pontevedra, oficializaba el expediente de fallecimiento tramitado en ese juzgado por Alejandro Araujo "para declaración de fallecimiento de Sonia Pilar Iglesias Eirín [...] ignorándose su paradero".  "Lo que se hace público para que los que tengan noticias de su existencia puedan ponerlas en conocimiento de este juzgado y ser oídos", añade el texto, firmado el 24 de noviembre. 

La publicación era un trámite necesario para esa declaración, tras una década de dolor e incertidumbre alrededor de este caso que tuvo en vilo a las fuerzas de seguridad, las cuales siempre pusieron los focos en la figura de Julio Araujo. 

La declaración de fallecimiento tiene además otras implicaciones legales, ya que permite por ejemplo abrir el procedimiento para repartir la herencia de la víctima o romper cualquier vínculo familiar existente, como un matrimonio.