Bodas a la gallega: vikingas, con cosechadoras e himnos

El enlace de O Pino que ha dado imágenes ya virales es la última muestra de celebraciones del amor más que originales
desbrozadora
photo_camera Momento del 'agroconfeti'

No poner límites a la imaginación y hacer la boda soñada es un lema que cada vez seduce a más gente y Galicia puede dar buena cuenta de ello. Desde enlaces con trajes típicos o el último fenómeno que triunfa en la red: tractores y una cosechadora que ha eliminado el clásico arroz.

El vídeo en el que se ve una cosechadora arrojando cientos de kilos de cartón picado mezclado con maíz y confeti en una boda se ha hecho viral estos días en las redes sociales. La ingeniosa idea fue de los amigos de los novios que decidieron sustituir el tradicional arroz por este mejunje tan rural, para un enlace —en O Pino— que comenzó con la procesión de cinco tractores decorados con globos. En uno de ellos llegaban Cristina Casal y Marcos Vázquez.

Con todo, este fenómeno con denominación de origen gallega no es el único casamiento de tal originalidad que se ha celebrado en la comunidad. Sin ir más lejos, este mes Alejandro Quelle y Rocío Peña celebraron una auténtica boda vikinga en la playa de San Román de O Vicedo. El paraje perfecto para no olvidar un 'te quiero' si eres un apasionado de la historia, pues la zona cuenta con restos de un asentamiento vikingo. El novio, que se documentó a fondo, talló nueve figuras de dioses vikingos para decorar la cita a la que pequeños y mayores acudieron vestidos acorde con la temática.

Pero si de parejas que dan la vuelta al mundo en las redes sociales se trata, los internautas aún no han olvidado el vídeo de la boda de Álex Dávila y Ana Fernández, dos novios de A Coruña y Carballo que cambiaron el momento del vals por una muiñeira llegando al medio millón de reproducciones.

Otro caso célebre fue el enlace de Sindy y Rodrigo hace dos años en Albarellos (Ourense), en el que, con música gallega y bajo una carpa, unos amigos de la pareja sortearon con 500 papeletas un cerdo para cuidar los meses restantes hasta la matanza y, para poner la guinda al regalo, le tocó al recién casado.

Y para gallego, caminar hasta el altar con el himno del Celta como lo ha hecho este año Adrián García en su boda con Cristina Caeiro en Catoira, una idea del novio que no podía apartar su pasión celeste del día más importante de su vida y, por si esto fuera poca emoción para él, el propio club de fútbol retuiteó el vídeo en su cuenta oficial.

La elección de la ropa es la guinda donde muchas mentes brillantes deciden lucirse, pero Tamara y Luis, que se casaron hace años en la noche de San Juan con una buena queimada y a golpe de gaita y tambor, no dudaron ni un momento en darse el sí quiero con el traje tradicional gallego.

Una larga lista con temáticas, músicas, trajes y sorpresas varias que no deja de sumar miembros, pues un día que se recuerda para toda la vida también es un día en el que reina la originalidad y la risa. 

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