El BNG continúa enredado en el mismo hilo veinte años después

La visita de Ana Pontón a Inditex y sus alabanzas a la compañía generaron críticas internas y resucitaron un viejo debate interno del BNG que ya se había dado en 2001 con un encuentro entre Xosé Manuel Beiras y Amancio Ortega
Beiras, en su visita a Inditex en 2001 y Pontón, en la de 2022. ARCHIVO
photo_camera Beiras, en su visita a Inditex en 2001 y Pontón, en la de 2022. ARCHIVO

La visita de la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, a la planta de Inditex en Arteixo el pasado martes no fue una cita más en la agenda de la líder nacionalista, sino que provocó una cadena de reacciones internas y externas que, sobrealimentadas por el poder de las redes sociales, acabaron con un eco inesperado. Su alcance posiblemente no tenga más recorrido que el del 'timeline' de Twitter, pero sorprendió ver críticas tan explícitas a la líder del Bloque desde dentro y, sobre todo, la resurrección de un debate muy antiguo en el seno del nacionalismo gallego: aquel que se da entre los que priorizan defender la esencia del Bloque y aquellos a los que no les importa sacrificar una parte por puro pragmatismo político y electoral.

Todo comenzó con algunos comentarios sobre esa visita a Inditex que empezaron a circular por internet y los grupos de Whatsapp. La más significativa fue la de un miembro de la ejecutiva del BNG, el sadense Breixo Losada Valdés, que, bajo el perfil de Twitter @chacueco, calificaba de "surreal" que no se informase de esa visita y manifestaba que "este tipo de iniciativas unilaterais non son compartidas por toda a súa dirección e moito menos por toda a militancia".

Este dirigente del área de movimientos sociales del BNG, integrado en el movimiento interno de los Arredistas, critica la "deriva" de Pontón, cuestionando que calificase a Inditex como "unha empresa referente a nivel mundial". "Desde calquera punto de vista, é unha deslealdade á organización e á liña política definida nos últimos anos saír publicamente louvando unha empresa do Ibex-35", concluye.

Las reacciones no se hicieron esperar. Las primeras las del PPdeG, que huele la sangre como pocos y que no tardó en lanzar una campaña contra las "incoherencias" y la supuesta guerra interna entre la UPG y el BNG, cargada de memes y comentarios en las redes. Pero también hubo muchas reacciones internas en defensa de la propia Pontón, apelando a la necesidad de dialogar con el conjunto del país como parte del camino para llegar a la Xunta.

Y fue en esa defensa fue donde algunos rescataron otro episodio similar que, ya en 2001, había generado el mismo debate: la visita de Beiras y Camilo Nogueira a Inditex y su encuentro con el mismísimo Amancio Ortega. Entonces, los líderes nacionalistas también hablaban del gigante textil como referente, algo que no había sentado bien en parte de la cúpula del Bloque.

Y aunque pasaron dos décadas desde entonces, el BNG parece que sigue enredado en el mismo hilo, incapaz de dar la puntada definitiva a un debate interno que, aunque no tiene la fuerza de antaño ni acostumbra a airearse, sí puede acabar descosiendo a la formación cuando atraviesa el mejor momento electoral de su historia.

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