El músico Luis Emilio Batallán, en huelga de hambre: "Feijoó o austericida"

El cantautor espera un fallo positivo del Tribunal Supremo para recuperar su plaza de médico de familia tras su jubilación forzosa

Luis Emilio Batallán, el martes en el sofá de la sala de espera donde se encuentra desde el lunes. CHRISTIAN FERNÁNDEZ
photo_camera Luis Emilio Batallán, el martes en el sofá de la sala de espera donde se encuentra desde el lunes. CHRISTIAN FERNÁNDEZ

"Ou acaban cos recortes, ou dimite o presidente de Galicia. Esta é unha decisión moi meditada, non é unha broma", afirma el doctor Luis Emilio Batallán, quien desde la mañana del pasado lunes se encuentra en huelga de hambre para protestar contra las políticas del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al que acusa de ser un "un burócrata austericida sen alma".

El también famoso cantautor (compositor de clásicos como Quen poidera namorala) decidió tomar esta "decisión radical e irreversible" mientras espera un fallo del Tribunal Supremo después de cinco años litigando para recuperar la plaza de médico de familia en el Centro de Saúde de Moraña que tuvo que abandonar en 2013, cuando la Xunta de Galicia le obligó a jubilarse, con 65 años. "De momento aínda aguanto, pero o peor é que se durme moi mal, pola noite é bastante duro", afirma en una sala de espera de la sede del Colegio de Médicos de Pontevedra, donde descansa en su sofá, solo con agua, y pendiente de revisiones médicas debido a su salud.

Su intención era continuar en activo hasta los 70, pero la Administración no lo autorizó, en virtud del decreto puesto en marcha en 2013 por la Consellería de Sanidade para impedir las prórrogas que hasta entonces permitían a los profesionales sanitarios mantenerse en activo un lustro más. "Non me podían xubilar ata os 70 porque son funcionario do Ministerio de Sanidad, pero fixérono igual", afirma.

En febrero de 2014 la Xunta respondió negativamente a su recurso y en noviembre de 2015 el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) tampoco le dio la razón. Batallán afirma que esa sentencia estaba "manipulada", porque "despois soubemos que o presidente dese tribunal tiña cursos que pagaba a Xunta".

El Tribunal Supremo admitió en junio de 2016 un recurso de casación y desde febrero de 2017 el caso está pendiente de señalamiento para su votación y fallo. Tanto él como su abogado confían en una sentencia positiva, como está sucediendo en otras comunidades como Aragón o Valencia, "onde lle están devolvendo as prazas aos médicos". Esperan que no se demore más de dos meses.

En todo caso, Batallán González cumplirá los 70 años a mediados de septiembre, por lo que, de ser estimado su recurso, solo tendría efectos económicos. Es decir, ya no podría volver a ejercer, pero la Administración debería reembolsarle la diferencia entre el salario que cobraría estando en activo y la pensión de jubilación que percibe desde hace casi cinco años.

ERE ENCUBIERTO. En todo caso, pese a su situación particular, el médico y artista insiste en que decidió iniciar una huelga de hambre "por unha cuestión de dignidade, contra os recortes do señor Alberto Nuñez Feijóo na sanidade. Moitos médicos somos vítimas desa política, que tamén sufren, sobre todo, os pacientes, por criterios economicistas do presidente", dijo sin olvidar el reciente fallecimiento de un paciente en el PAC de A Estrada.

"O que se fixo foi un ERE encuberto. Había médicos que gañaban máis cartos e cubríronse as súas prazas, no meu caso por unha persoa posta a dedo, sen oposición, con outros que cobran menos. O mesmo que fan na empresa privada, pero aquí hai un Estatuto da Función Pública e isto é ilegal".

Añade que aunque el Supremo le dé la razón, "o dano está feito", ya que la "lentitude" de la Justicia en España hace que lleve más de cuatro años pleiteando.

Cifran en 700 los médicos afectados
El facultativo, que quiere emular la acción de Rosa Parks para defender los derechos civiles en Estados Unidos en 1955, cifra en 700 los doctores afectados por la decisión.
Su abogado explicó que el Sergas le denegó la prórroga en el servicio activo en 2013 "por considerar que su especialidad médica no era deficitaria, al tiempo que por decreto se convocaban 40 plazas de médico de familia, la única especialidad que requería de forma urgente más profesionales".
El motivo del recurso de casación admitido a trámite por el Supremo se centra en la vulneración del principio de reserva de ley establecido en la Constitución para regular las cuestiones que afecten al estatuto de los empleados públicos. Esta se produce al pretender regular la prórroga "por una simple orden de la Consellería de Sanidade".

 

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