Ir en tren a Madrid desde Lugo llevará 4 horas y 46 minutos, el doble que desde Ourense

Sin concretar aún la fecha exacta en que se producirá el hito de la llegada del Ave a Ourense en diciembre, Renfe puso este lunes en valor el tiempo que ahorrarán los viajeros que se desplacen a Madrid: entre 54 minutos y una hora y 28. Lo hizo un día después de que la Xunta avisase al Gobierno central de que no dará "por cumprido o compromiso" del Ave gallego en tanto no circulen por la comunidad los trenes de alta velocidad de ancho variable, esto es, los Talgo Avril, homologados para alcanzar los 330 kilómetros por hora.

En un comunicado, la operadora ferroviaria aclaró que estas máquinas llegarán en el marco de "una segunda fase, prevista para el próximo verano". Entonces, el desplazamiento a la capital española se acortará en otros 20 minutos. Según la empresa pública, estos trenes —Talgo de la serie 106, que fueron adjudicados en noviembre de 2016— ya están rodando en fase de pruebas, de modo que las proyecciones apuntan que comenzarán a operar en la comunidad a partir de la segunda mitad de 2022.

Hasta entonces, lo más inmediato es la mejora que se producirá en diciembre, una vez finalizadas las obras de la línea hasta Ourense. En la recta final del año, el trayecto a Madrid se completará en dos horas y cuarto, una hora y 28 minutos menos que ahora. Mientras, los trenes de Vigo y Pontevedra ganarán competitividad con un ahorro de 54 minutos, que será de hasta 1.04 horas en la conexión Santiago– Madrid, que se completará en 3.20 horas. Quienes se suban al tren en A Coruña se evitarán 1.30 horas de viaje con respecto a los tiempos actuales, en tanto que en el trayecto desde la estación lucense se economizarán 57 minutos.

Pese a la mejora, siguen pesando mucho las deficiencias de la red interna en Galicia y el hecho de que los trenes pueden circular, como mucho, a 250 kilómetros por hora (los Avant) debido a que la vía interna es de ancho ibérico mientras que el recorrido entre la Meseta y la ciudad de As Burgas cuenta con ancho internacional. De ahí que, además de exigir fondos para modernizar el trazado gallego en los presupuestos de 2022, la Xunta urja a que entren en operación los Avril de ancho variable.

Evidentemente, esto resta atractivo al ferrocarril como medio de transporte desde algunos puntos de la geografía. Así, en diciembre un lucense seguirán tardando más del doble que un ourensano en pisar suelo madrileño: 4.46 horas, frente a 2.15. Ahora son 5.43 horas desde Lugo frente a 3.43 desde Ourense. En avión, basta con una hora y cuarto desde la terminal de Santiago para llegar a la capital.