El comité educativo sometió a debate y aprobación la mejora del actual protocolo de atención educativa domiciliaria con el fin de adaptarlo a las situaciones derivadas del contexto actual de pandemia, reforzar los procesos de seguimiento en la atención al alumnado, mejorar la coordinación con las autoridades sanitarias y los canales de comunicación entre las familias y los centros educativos. Y una de las novedades será que se incluirá en los supuestos de educación en casa a alumnos de especial vulnerabilidad personal o familiar.
De todos modos y salvo estos casos, como norma general la atención domiciliaria en la educación deberá establecerse siempre por prescripción médica: es decir, niños que no puedan ir a clase porque están enfermos.
El texto hace hincapié en el necesario refuerzo de los procesos de seguimiento a través de la jefatura de estudios de los centros en colaboración con el profesorado. Introduce también una mayor flexibilización en las condiciones atención domiciliaria a la hora de ponderar alternativas complementarias relacionadas con la distribución horaria, con la seguridad y el apoyo domiciliario, con el apoyo telemático o la enseñanza mixta. Asimismo, las decisiones de atención domiciliaria serán revisadas con una periodicidad prefijada para permitir la paulatina incorporación del alumno al centro en cuanto sea posible.