Así es Javillo, 'el Sito Miñanco de la heroína': un paradigma del capo reincidente

El narcotraficante de Vilanova de Arousa, con varias condenas por idéntico delito y que se encontraba prófugo, cayó en Sanxenxo después de recibir seis kilos de 'caballo' de un colombiano ► Días antes, las autoridades le incautaron 60 kilos de hachís 
Alijo incautado a Javillo en una operación anterior, la Suppo-Roquefort, por la que debe ir a prisión. CNP
photo_camera Alijo incautado a Javillo en una operación anterior, la Suppo-Roquefort, por la que debe ir a prisión. CNP

Francisco Javier Janeiro Rodríguez, alias Javillo, es el nombre más conocido de cuantos han traficado con heroína en territorio nacional en los últimos 20 años. El Sito Miñanco de la heroína, con varias condenas a sus espaldas, que estaba prófugo y, una vez más, metido hasta las trancas en el negocio, fue detenido el miércoles por agentes policiales.

Javillo cayó en el marco de una operación conjunta de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera que sirvió para desmantelar por enésima vez la red criminal del capo de Vilanova.

Su esposa y su hijo volvieron a ser arrestados como personas de su máxima confianza, además de un cuarto gallego y de un ciudadano extranjero: el colombiano que viajó a O Salnés para entregarle los seis kilos de heroína que, salvo sorpresa mayúscula, supondrán la condena de todos ellos.

Paralelamente, horas antes y en el marco de las mismas diligencias, los agentes incautaron 60 kilos de hachís que también atribuyen al narcotraficante pontevedrés.

Registros en O Salnés y en Ourense completan la tarea policial

El operativo, coordinado por un Juzgado de Ourense (ciudad en la que, por temporadas, ha residido el narcotraficante en los años en los que no ha estado entre rejas), se desencadenó cuando los agentes tuvieron constancia de la llegada del colombiano con la droga.

Meses de investigaciones por parte de miembros de los Equipos de Delincuencia Organizada y Antidroga (Edoa) de las comandancias ourensana y pontevedresa, el Grupo I de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría de la ciudad del Lérez y las secciones de Heroína y Greco Galicia de la Udyco Central, además del Servicio de Vigilancia Aduanera, sirvieron para acreditar las actividades del grupo criminal, de carácter internacional y que recibía los alijos mediante un sistema de correos en vehículo, tal y como quedó acreditado con la entrega del ciudadano colombiano a manos de Javillo en Sanxenxo.

Una operación conjunta de Guardia Civil, Policía Nacional y Vigilancia Aduanera sirvió para hacer caer al capo, a su mujer y a su hijo, entre otras personas 

La investigación llegó a determinar que los suministradores de Javillo eran ciudadanos turcos instalados en Madrid que habían llegado a entretejer una oficina en la comarca de O Salnés para gestionar directamente la distribución de la droga en alianza con los experimentados gallegos.

Sin embargo, los otomanos consiguieron mantenerse alejados de la mercancía y, a diferencia de lo que sucedió en ocasiones anteriores, no pudieron ser detenidos.

Fase de explotación. La fase de explotación del operativo se desarrolló a lo largo del miércoles y en la jornada de este jueves. Tras las detenciones de los citados individuos se produjeron los registros domiciliarios, primero en la provincia de Pontevedra, el miércoles, y después en Ourense, este jueves.

Del resultado de todos ellos podrían obtenerse más pruebas que acrediten los delitos contra la Salud Pública en su modalidad de sustancias que causan grave daño (heroína) y pertenencia a grupo criminal, tanto si se trata de documentación sobre los hechos como si se hallan más sustancias estupefacientes que pudiesen estar almacenando en alguno de los puntos objeto de allanamiento.

Un furgón de la Policía Nacional trasladó a los detenidos, que pernoctaron en la noche del miércoles en los calabozos de Pontevedra, hasta la ciudad de Ourense, para estar presentes en los registros, en algunos casos, y para comparecer ante la autoridad judicial de la ciudad de As Burgas cuando así lo determine, tras los interrogatorios y la práctica de todas las diligencias precisas. En Ourense se hallarían, una vez más, algunos de los presuntos clientes de Javillo.

Entre las detenciones, una de ellas destacó por su notoriedad: la del colombiano, que no opuso resistencia a los agentes, que le cortaron el paso con sus vehículos camuflados cuando se disponía a abandonar una estación de servicio de Sanxenxo.

Varios testigos que se hallaban en la cafetería de la estación se sorprendieron ante el despliegue, siempre necesario ante personas de nacionalidad sudamericana que se dedican al narcotráfico. Se trata de arrestos de alto riesgo, y más cuando se trata de personas que se dedican a la heroína.

El paradigma del capo reincidente que lleva tres décadas vendiendo drogas 

Aliado con los grandes capos turcos, fue detenido por última vez en junio de 2019 junto a Sabdullah Unnu ► La justicia le dejo libre pese a su historial 

A. José Ramón Prado Bugallo, alias Sito Miñanco, es el paradigma de la reincidencia en lo que a traficantes de cocaína se refiere, tras ser detenido en 1991, 2001 y 2018 por hechos muy similares.

Francisco Javier Janeiro Rodríguez, alias Javillo, es una especie de alter ego del capo de Cambados en lo que respecta al tráfico de heroína. Ambos nacieron a pocos kilómetros de distancia (Javillo es de Vilanova, concello limítrofe con la villa del Albariño), y no les separa una gran diferencia de edad (Javillo es unos años más joven). El caso de Javier Janeiro recuerda, y mucho, al de Prado Bugallo.

El miércoles fue detenido cuando permanecía prófugo después de no presentarse en prisión cuando debía ingresar por orden del Tribunal Supremo. Javillo ya traficaba en los años 90. Eso es lo que dicen los autos que manejaba uno de los fiscales antidroga de Pontevedra en este siglo, Luis Uriarte, ahora en la Audiencia Nacional, cuando alcanzó un acuerdo con sus letrados para imponerle una condena menor.

Confesó, en aquel proceso (que culminó en 2012), que más de una década antes ya suministraba heroína no solo a clientes gallegos, sino también portugueses. Fue detenido en el año 2000 en el marco de una red que se surtía de turcos, iraníes y albaneses. Los grandes dueños de la heroína.

En aquel juicio se benefició del colapso de la Justicia, y la atenuante de dilaciones indebidas le dejó libre Operaba ya entonces junto a su esposa, que ayer le acompañaba una vez más en los calabozos de la Comisaría de Pontevedra.

Tras esa leve pena (menos de dos años de cárcel), Javillo no tardó en reorganizarse para seguir recibiendo heroína, en este caso de personas de nacionalidad turca afincadas en Holanda.

El Grupo II de la Udyco pontevedresa le siguió los pasos hasta detenerle en el marco de la operación SuppoRoquefort. En aquel momento incautaron 10 kilos de droga en un camión e incluso pudieron cazar in fraganti al recaudador de la organización turca, detenido en Madrid con 200.000 euros en su bolsillo.

En el juicio reconoció que se movía por toda Europa para efectuar cobros a nombre de la mafia turca. Ese proceso se tradujo en una condena en firme de ocho años de cárcel para el gallego, que volvería a ser detenido en 2019 junto a otro turco, el conocido (y recientemente fallecido) Sabdullah Unnu, alias Nicol.

Otra vez en O Salnés y otra vez heroína que llegaba a manos de Javillo. Tras un tiempo en prisión preventiva, consiguió salir de forma provisional. Cuando fue llamado por la Justicia para cumplir los ocho años ya no compareció.

Al contrario. Decidió seguir traficando. La Policía Nacional lo sabía, tanto en Galicia como en Madrid, lo mismo que la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera. Como le ocurría a Sito Miñanco, tenía muchos ojos sobre su nuca. Y eso le llevó, víctima de su reincidencia, de vuelta a la cárcel.

Proveedores: la heroína, cosa de narcos turcos 
Aunque la presencia de personas de nacionalidad albanesa es una constante en muchas de las operaciones antidroga contra el tráfico de heroína, lo cierto es que los auténticos dueños de la mercancía siguen siendo ciudadanos turcos.

Desde la histórica operación Carro en los años 90, con Urfi Cetinkaya, alias el Paralítico, al frente, pasando por el último operativo de 2019 en el que también caía Javillo en compañía de Sabdullah Unnu, otro capo del país que une Europa con Asia, mafias otomanas siempre han estado detrás de los grandes alijos