El juzgado de instrucción número 3 de Santiago ha dado carpetazo a la causa que investigaba si tres monjas de origen indio habían sido retenidas en un convento de clausura compostelano. Según ha informado este jueves el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, el juez Andrés Lago ha tomado la decisión de archivar el caso al no haber quedado probada comisión alguna de delito.
En un primer momento fue la magistrada Ana López-Suevos la que, tras recibir una denuncia, envió en enero una comitiva judicial de la Policía Nacional al convento de las Mercedarias para pedir entrevistarse con las religiosas supuestamente retenidas y tomó declaración a cinco de ellas, de las que tres manifestaron su deseo de abandonar esta institución, no así las otras dos. Posteriormente la instrucción recayó por sorteo en manos de Lago Louro –el juez que cerró la causa del accidente de Angrois con el maquinista como único imputado– que es quien ahora la archiva.
El arzobispado alegó que las afectadas no habían solicitado formalmente dejar la comunidad hasta el 14 de enero
Fue una monja que había pertenecido a la congregación la que se presentó en dependencias policiales de Madrid el 7 de enero para denunciar que "varias de sus compañeras querían abandonar" el convento de las Mercedarias y que "hasta el momento no lo habían conseguido". Los agentes iniciaron entonces una investigación que culminó con una comitiva judicial y policial que facilitó la salida de las tres monjas indias que expresaron su deseo de marcharse, para lo que tuvo que requerir a la congregación los pasaportes de las mujeres.
Las religiosas ingresaron hace unos 15 años en la orden, cuando todavía eran menores de edad, y no tenían la documentación con ellas. De hecho, en sus declaraciones mostraron que desconocían su situación documental.
Tras conocerse el caso, el Arzobispado de Santiago negó que las afectadas estuviesen retenidas en el recinto o que se hubiesen producido "coacciones" y aclaró que habían iniciado un proceso para dejar los hábitos, pero que la dispensa de votos "lleva su tiempo". A mayores, la institución sostiene que tampoco se les había "retirado la documentación".
En este caso, sostenía el Arzobispado, las religiosas iniciaron en el verano "un proceso de discernimiento, planteándose incluso la posibilidad de dejar la comunidad". La solicitud formal a la madre superiora, apuntaban, se produjo "el 14 de enero". La documentación para solicitad esta dispensa "quedó concluida a nivel diocesano el 21 de ese mes" y se estaba a la espera de su remisión a la congregación correspondiente de la Santa Sede, por lo que el Arzobispado mostró su "sorpresa" por el "revuelo" generado. No consta en la congregación que las religiosas solicitasen "la exclaustración" con anterioridad a esa fecha.