El ourensano Miguel Santalices (PP), el nuevo presidente del Parlamento de Galicia, está teniendo mucho ajetreo en su estreno en el cargo. Y, de momento, está resolviendo con eficacia los temas que requieren de su intervención.
Si hace unos días se vio obligado a expulsar de la Cámara a Xosé Manuel Beiras, el portavoz de Age, por un altercado en el que acabó dirigiéndose al escaño de Miguel Tellado (PPdeG), el martes vivió una experiencia casi inédita en el Pazo do Hórreo: tuvo que autorizar un registro policial tras la detención de un asesor de Esquerda Unida-Alternativa Galega de Esquerda (Age) que consumió y compartió pornografía infantil desde su ordenador en la sede parlamentaria. Pues bien, este miércoles hubo otro sobresalto, pero de menor calado: se fue la luz eléctrica. Afortundamente el apagón no se prolongó por mucho tiempo.
