Anulan la sanción a un guardia civil que protestó contra la demolición de una casa en Becerreá

El Tribunal Militar consideraba su conducta "gravemente contraria a la dignidad del cuerpo" , pero el Supremo considera que no hay pruebas

El Tribunal Supremo (TS) ha anulado la sanción impuesta a un guardia civil expedientado por supuestamente protestar contra la demolición de una casa en el núcleo de Lamas, en Becerreá, hecho que el Tribunal Militar Central consideró como una conducta "gravemente contraria a la dignidad" del cuerpo.

Según ha explicado este viernes el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), el Tribunal Militar Central consideró probados unos hechos que se remontan al 16 de enero de 2013. En concreto, ese día la Policía autonómica había habilitado un dispositivo para cumplir una orden de demolición, cuestión que impedía la presencia de un vehículo mal estacionado.

Por ello, la Policía adscrita a la comunidad autónoma de Galicia solicitó la colaboración de la Guardia Civil para denunciar al turismo mal aparcado. Con todo, según el fallo del Tribunal Militar, el guardia civil Ramón Vicente P.R. preguntó que "por qué no lo hacían ellos", a lo que el inspector de la Policía autonómica contestó que "era competencia de la Guardia Civil".

El texto indica que "el guardia civil le contestó que entendiese la situación ya que lleva muchos años residiendo en la localidad y que era una situación difícil" tras lo que "la patrulla de la Guardia Civil abandonó el lugar".

Ante ello, el policía llamó por teléfono al Centro Operativo de Servicios (COS) de Lugo para solicitar identificación de los agentes de la patrulla de la Guardia Civil.

Con todo, el Tribunal Supremo estima el recurso del agente y revoca la sentencia de instancia y anula las sanciones, al considerar que no hay prueba suficiente de los hechos.

Así, destaca que los agentes de la Guardia Civil sí abrieron un expediente de infracción sobre el coche que la Policía autonómica sostenía que impedía el derribo. Además, respecto a una supuesta frase pronunciada por el guardia civil en la que aseguraba "esto es una vergüenza, ¿por qué van a tirar esa casa?", el Supremo señala que "ningún vecino la oyó" y que "sólo la oyeron el denunciante y otros dos policías".

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