En el año 2015 Alfonso Basterra y Rosario Porto fueron condenados a 18 años de prisión por el asesinato de su hija Asunta. La pequeña fue encontrada sin vida en una pista forestal de Teo en la madrugada del 22 de septiembre de 2013. Escasos días antes del quinto aniversario de su muerte y de la detención de sus progenitores, la Ley Penitenciaria les pone encima de la mesa la posibilidad de acogerse a beneficios penitenciarios tras ser clasificados como reclusos de Segundo Grado, cumplir la cuarta para de su pena y presentar una buena conducta.
Sin embargo, varios expertos jurídicos consultados por El Correo Gallego creen que tales provechos, como los permisos carcelarios, no se llegarán a conceder debido al gran impacto que tuvo el caso entre la población. "Es muy poco probable que esa gracia se les conceda ahora, porque hubo un enorme reproche social a su crimen", aseguran.
Tanto Basterra como Porto podrían solicitar su primera salida de prisión durante los meses que quedan para que acabe el año. De ser aprobada, disfrutarían de un máximo de 18 días.
LA VIDA EN PRISIÓN. Según recoge el diario compostelano, tras el intento de suicidio de Rosario Porto, la presa alterna épocas de menor estabilidad emocional con otras en las que se le puede ver "totalmente adaptada". En lo que sí coinciden las fuentes consultadas es que se trata de una mujer "decaída", "de baja efusividad" y que no da problemas.
Por su parte, Alfonso Basterra, se encuentra tranquilo e integrado en las actividades diarias de la vida en prisión.
