La abogada del tudense acusado de violación dice que es víctima de una "alarma social"

El procesado reconoce relaciones sexuales en una nueva versión de los hechos, mientras que los guardias civiles que socorrieron a la joven atestiguan que presentaba contusiones y lesiones defensivas

Vecino de Tui acusado de violación.SALVADOR SAS (Efe)
photo_camera Vecino de Tui acusado de violación.SALVADOR SAS (Efe)

La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra ha dejado visto para sentencia el juicio contra un vecino de Tui, Moisés A.G., acusado de agredir sexualmente y golpear a una turista asturiana a la que se ofreció a llevar al hotel en coche. El procesado ha negado los hechos y su abogada ha asegurado que "se está intentando condenar a una persona por un claro clamor y la alarma social".

La fiscal Alicia Tajes ha pedido una condena de 10 años de prisión para este hombre como autor de un delito de agresión sexual con la circunstancia agravante de aprovechamiento de las circunstancias de lugar, tiempo y auxilio. La acusación particular eleva la petición de pena a los 12 años.

La representante del Ministerio Público también ha solicitado que se imponga al acusado la prohibición de comunicación con la denunciante y una orden de alejamiento que le impida acercarse a menos de 500 metros de ella, ambas durante doce años, y le obligue a indemnizar a la mujer con 12.000 euros por los daños físicos y morales provocados.

La letrada que ejerce la defensa del acusado ha pedido la libre absolución. Esta abogada ha definido las relaciones sexuales como "un desliz, un affaire" entre el acusado y la denunciante. Una "relación puntual" que ella "decide ocultar bajo una denuncia", ha manifestado, para argumentar ante el tribunal que "están de moda estos delitos".

En el transcurso de la vista oral el acusado ha reconocido la existencia de relaciones sexuales, pero ha asegurado que éstas fueron consentidas.

Según ha relatado Moisés A.G., ambos se conocieron durante la madrugada del 14 de abril de 2017, Jueves Santo, poco después de que la supuesta víctima llegara con su pareja a un bar situado en las inmediaciones del hotel en el que se hospedaban para pasar la Semana Santa.

El acusado comenzó a hablar con la pareja en la terraza del local y, cuando la mujer se quedó sola, se ofreció a llevarla al hotel en su coche. Durante ese tiempo él consumió cuatro rayas de cocaína y tanto él como la joven reconocieron haber tomado varias bebidas alcohólicas.

"VERGÜENZA"

Por primera vez, el acusado introdujo una variación en su versión de los hechos al apuntar que mantuvieron relaciones sexuales consentidas en los aseos del bar y justificó que no lo dijo antes "por vergüenza".

La denunciante compareció en la sala protegida detrás de un biombo. En su versión de los hechos negó haber mantenido relaciones sexuales en los baños del bar. Según dijo, él le ofreció una raya de cocaína que ella rechazó, aunque era consumidora ocasional.

También explicó cómo, después de pasar toda la noche en el bar, el acusado se ofreció a trasladarla en coche hasta el hotel donde se encontraba su novio, pero lo que hizo fue llevarla sin su consentimiento a una zona despoblada en el monte. "Me agarró de las muñecas y forcejeamos", ha declarado.

"Era muy fuerte, apenas me podía resistir", ha indicado la chica. Ante su resistencia y para poder consumar la agresión sexual el acusado la golpeó de manera continuada en la cara hasta que ella se quedó inmóvil. Entonces le quitó la ropa, forzó una felación y la violó.

En un momento en el que el procesado salió del coche, la víctima logró huir del lugar, pero fue perseguida por el acusado y "aunque no sabía nadar", se ocultó en el interior de en una laguna natural, situada en Salceda de Caselas. "Llamé a mi pareja y le dije que me habían violado", ha abundado. Después alertó al 112 Galicia para denunciar los hechos. La mujer fue rescatada minutos después por una patrulla de la Guardia Civil.

Pocas semanas después la joven intentó suicidarse. "Me sentía culpable de lo que pasó por haber aceptado subir a aquel coche con él, sentía asco de mí", ha explicado al tribunal.

RELATO "COHERENTE"

Los guardias civiles que participaron en la investigación de este caso señalaron que el relato de la mujer es "coherente" y explicaron que tenía la cara "destrozada" por las agresiones sufridas. "Al menos recibió dos golpes fuertes", recogen los informes de las forenses que añaden que las lesiones que presentaba en los antebrazos, brazos y las manos son "heridas defensivas" y otras "de lucha".

Además, a raíz de este suceso, la mujer presenta secuelas psicológicas y necesita tratamiento médico crónico.