El 10% de los jóvenes que coquetean con el alcohol tendrá problemas de adicciones en el futuro

La edad de iniciación en el consumo de alcohol se sitúa en los 13,4 años, la primera borrachera llega a los 14,5 y el primer porro a los 14,6, según un estudio de la Universidade de Santiago de Compostela ▶El consumo desciende, pero la edad de iniciación es cada vez más temprana y el alcohol es la principal puerta de entrada a las adicciones

Restos de basura tras un botellón
photo_camera Restos de basura tras un botellón

"Si en un botellón hay concentrados 1.000 adolescentes, 100 de ellos acabarán teniendo un problema de adicción". Así de tajante se muestra Carlos Murga Cerviño, psiquiatra de la Unidade de Drogodependencia de O Grove, cuando le preguntan por la iniciación en el mundo de las drogas por parte de los más jóvenes. Los datos dicen que uno de cada diez menores que coquetea con drogas como el alcohol o el cannabis acaba teniendo un problema de drogodependencia con el paso de los años.

El proceso para engarcharse es una cadena que lleva al consumidor a pasar de una sustancia a otra hasta caer en el pozo de la adicción y el policonsumo. "Para aguantar una noche de fiesta y beber 20 copas sin dormirse, empiezan a tomar cocaína. Luego, cuando les da el bajón de la cocaína y tienen ansiedad, toman heroína u otro tipo de medicamentos opiáceos para quitarse ese malestar, y así se pasa de beber alcohol a consumir drogas y engancharse", resume Murga Cerviño. Cuando llegan a la consulta de este doctor tienen ya entre 25 y 30 años y son drogodependientes. "Solo el 5% de mis pacientes son adolescentes porque los problemas se ven años más tarde", señala.

El equipo de investigación que dirige el profesor de Psicología de la Universidade de Santiago de Compostela Antonio Rial Boubeta sitúa la edad de comienzo de consumo de alcohol en Galicia en los 13,4 años, según datos de un estudio que se publicará en los próximos meses. Además, de la misma investigación se desprende que la primera borrachera es a los 14,5 años y el primer porro llega poco después, a los 14,6. Por último, la cocaína y otras sustancias (éxtasis, anfetaminas y alucinógenos) son las que experimentan un inicio más tardío, a los 14,9 y 15,3 años, respectivamente.

Aunque en general el consumo de drogas haya descendido en los últimos años, a los expertos les preocupa que cada vez el coqueteo con estas sustancias se produce a edades más tempranas y en forma de atracón. "Los efectos del alcohol en el organismo de niños de 13 años son brutales y tenemos que ser conscientes de ello", alerta el director del estudio, que añade que el consumo de alcohol es el principal problema de salud pública a nivel juvenil tanto en Galicia como en España y en la Unión Europea.

Rial Boubeta: "Es más fácil encontrarte con un consumidor joven de tabaco y porros que con un fumador que solo tome tabaco"

El fenómeno del botellón, que ha perdido fuerza según los últimos estudios, puso de moda un patrón que consiste en un consumo muy elevado concentrado en el fin de semana. "Esto provoca el repunte de comas etílicos y tiene unos efectos muy nocivos para la salud de los jóvenes", explica el doctor Murga Cerviño. El fenómeno del consumo compulsivo de alcohol durante el fin de semana ya tiene nombre, binge drinking, y es la puerta de entrada a las adicciones a otro tipo de drogas más allá del alcohol. "Al botellón no se va de oyente", advierte Rial Boubeta, que recuerda que, según sus estudios, un 98% de los chavales que van a este tipo de encuentros bebe alcohol.

CANNABIS. "El 42% de los jóvenes que consumen porros en Galicia ya lo hace desde los 14 años y ya es más fácil encontrarte a un joven fumador de tabaco y porros que solo de tabaco", alerta Rial Boubeta con preocupación. Y es que el cannabis es una droga que se mantiene estancada en lo que se refiere a porcentaje de consumidores. Al mismo tiempo, la calidad del mismo es cada vez peor. "Ha aumentado el nivel de THC, el principal constituyente psicoactivo del cannabis, en la hierba con respecto al pasado, por lo que es una droga peor y más adictiva debido a las modificaciones y manipulaciones de la sustancia", indica Rial Boubeta.

Preocupa también el hecho de que cada vez más chicas sean consumidoras habituales de drogas, así como el uso de nuevas sustancias psicoactivas facilitadoras del asalto sexual.

Así, la sumisión química para violar a una mujer es ya una realidad en Galicia, según apuntan los expertos.

El psiquiatra Murga Cerviño alerta también de las mezclas de varias sustancias y los efectos negativos para el organismo. "La combinación de alcohol y cocaína, por ejemplo, es fatal y produce paros cardiorrespiratorios en personas jóvenes sin antecedentes de este tipo", indica Rial Boubeta. Del mismo modo, la asociación de alcohol con bebidas carbonatadas hace que el cerebro absorba con más rapidez las sustancias y se produzca un aumento de comas etílicos, sobre todo cuando el consumo se concentra en poco tiempo.

M. Cerviño: "La combinación de alcohol y cocaína puede provocar paros cardiorrespiratorios en personas sin antecedentes"

Del mismo modo, Cerviño lamenta que viejas drogas que se daba por superadas estén volviendo a consumirse. Es el caso de la heroína, que ya es un problema de salud pública en Estados Unidos y que está volviendo a consumirse en las grandes ciudades. "Aquí llegará con unos años de retraso, pero es posible que volvamos a sufrir los efectos de esta droga a pesar de toda la información que hay disponible", explica el doctor.

Cuando el consumo de fin de semana se convierte en adicción comienzan los problemas. "Una persona que necesite una dosis diaria de cocaína necesita unos 2.000 euros al mes y la única forma de conseguirlos es robar o trapichear", cuenta el psiquiatra. Esta situación hace que la droga que llega al consumidor final sea cada vez de peor calidad ya que los propios camellos alteran el producto para poder sacar más beneficio y, así, poder cubrir sus necesidades de consumo.

NUEVS TECNOLOGÍAS. A las viejas adicciones se suman ahora nuevos problemas que vienen de la mano del avance de las tecnologías de la comunicación y la información. Es lo que se conoce como adicción sin sustancia y que ya provoca problemas entre los jóvenes.

"Si solo el hecho de intentar dejar el teléfono móvil genera tensión, ansiedad y discusiones en la familia, existe un problema de adicción", indica el doctor. Por su parte, Rial Boubeta establece una relación entre los jóvenes con problemas de adicciones a las nuevas tecnologías y el consumo de drogas. "Quienes tienen problemas en el control del uso de Internet tienen un riesgo tres veces mayor de tener conductas adictivas", explica.

La pirámide de la prevención: desde la escuela al pediatra

El psicólogo Antonio Rial Boubeta habla de la prevención como una pirámide que va desde la atención directa a los menores hasta la concienciación social y la percepción adecuada del riesgo que supone el consumo de alcohol. "No puede ser que el primer contacto con el ocio sea acudir a un botellón", explica el experto, que se muestra especialmente crítico con la "institucionalización del botellón" mediante la creación de botellódromos.

En este sentido, la docente Ana Santos, que enseña en el IES Valle Inclán, explica que iniciativas como Noites Abertas, el programa de ocio juvenil sano e igualitario, son la forma de ganarle la batalla a las drogas. Por eso el centro valora la asistencia a este tipo de actividades. "Este proyecto no debería durar solo tres meses al año, sino que debería extenderse", explica Santos.

Rial Boubeta: "Las compañías, el dinero del que disponga y la hora de llegada determinan que un joven consuma"

En la pirámide de la prevención no solo hay que tratar directamente con los adolescentes para detectar problemas de autoestima, asertividad, impulsividad o para trabajar las expectativas de consumo. Además, es necesaria la implicación de los padres. "La supervisión parental es muy deficitaria en la actualidad. Hay tres factores que determinan que un joven vaya a consumir: sus compañías, la cantidad de dinero de la que disponga y la hora de llegada a casa por las noches", cuenta Rial Boubeta.

También es necesario que la sociedad se implique más y que haya un cambio de mentalidad. Hay que partir de la base de que el alcohol es una droga dañina en sí misma que, además, lleva al consumo de otras sustancias. "Todavía hay mucha accesibilidad al alcohol, es muy barato y se compra en cualquier supermercado", explica Boubeta. La forma de celebrar cualquier evento pasa por un brindis y la sociedad en general asocia alcohol con diversión sin ser consciente de los riesgos del consumo. El coto a la publicidad de bebidas alcohólicas también es una asignatura pendiente, según Rial Boubeta.

Para el experto, en la prevención de las adicciones deberían intervenir también los pediatras o los profesores. "Se deberían hacer entrevistas para detectar el consumo de alcohol en menores e informar de los riesgos tanto a ellos como a los padres; los médicos son una autoridad y su criterio pesa mucho", explica.

El 58% de chicos entre 12 y 18 años beben alcohol
Los estudios realizados por el equipo del profesor de la USC Antonio Rial Boubeta arrojan luz sobre la realidad del consumo de drogas entre los más jóvenes en Galicia. Así, un 58% de los adolescentes de entre 12 y 18 años han consumido alcohol en el último año y un 34% se han emborrachado.

Las principales motivaciones para el consumo intensivo de alcohol son divertirse, ser más sociable y extrovertido o sentirse feliz.

CANNABIS. El 14,8 % de los menores gallegos de entre 12 y 18 años han consumido cannabis en el último año. En la franja de edad de entre los 14 y los 18 años el porcentaje sube hasta el 19,8%. Además, según Rial Boubeta, uno de cada tres jóvenes que participan en un botellón consumen cannabis.

Para otras drogas, el nivel de consumo entre los 12 y los 18 años se sitúa en el 0,9% (cocaína) y el 1,1% (éxtasis y anfetaminas), aunque es mayor entre los 14 y los 18 años.

Comentarios