El Valencia Básket retocó el pasado verano su plantilla para ganar juventud y hambre. Para ello se puso en las tranquilas manos de Jaume Ponsarnau con el objetivo de volver a competir de tú a tú con los grandes y recuperar la plaza para la Euroliga, bien sea por la Eurocup o por la Liga ACB.
El hecho de no tener que compaginar esta temporada las exigencias ligueras con el ritmo frenético de la máxima competición europea, y las lesiones que casi irremediablemente eso provocan, debería permitir al Valencia volver a construir un equipo mucho más competitivo que el año pasado.
Ponsarnau vivirá su tercera temporada en el club valenciano, en el que fue entrenador ayudante de Pedro Martínez y de Txus Vidorreta antes de ascender al cargo de primer técnico y retomar unas funciones que desempeñó en el Manresa y en el Gipúzkoa.
El técnico contó de salida con catorce jugadores, un número de efectivos que le debería permitir hacer frente a contratiempos físicos y mantener un buen nivel en los entrenamientos, algo básico en sus planes. Con todo, las lesiones no han faltado en estos primeros meses y ahí están los casos de jugadores como San Emeterio, Diot, Joan Sastre o Rafa Martínez.
El conjunto valenciano realizó tres incorporaciones para esta nueva temporada, la de los estadounidenses Matt Thomas y Mike Tobey y la del francés Louis Labeyrie. Están entre los 23 y los 26 años y de ellos se espera que aporten calidad y, sobre todo, energía y hambre. Igualmente se espera que continúen su crecimiento jugadores como Alberto Abalde y Joan Sastre y que, sin lesiones, retome el suyo Guillem Vives.
Por lo demás, el Valencia mantiene un compacto y veterano núcleo duro de jugadores expertos como Rafa Martínez, que empezó lesionado su undécima campaña en el club; Sam Van Rossom, Fernando San Emeterio o Bojan Dubljevic, al que se le unen los también curtidos Will Thomas y Aaron Doornekamp.
El conjunto valenciano aparece como uno de los animadores del campeonato, un conjunto que quiere, y debe, estar en la Copa del Rey y en los play off por el título, y un equipo que quiere crecer después de las dudas que generó su experiencia en la Euroliga. La ansiedad y la presión pueden ser sus enemigos, porque desde luego por plantilla los argumentos son más que sólidos, con un juego interior que está entre los mejores.