LA PREVIA 🏀 Más allá de un partido

El Breogán busca ante un Murcia también dañado un triunfo que recupere el optimismo
 

Una de las jugadas del partido entre el Breogán y el Madrid. ACB MEDIA CENTER
photo_camera Una de las jugadas del partido entre el Breogán y el Madrid. ACB MEDIA CENTER

SERÍA COMPLICADO, para aquel que no siga directamente la competición, hacerle entender la trascendencia del encuentro que esta tarde (17.00 horas) en el Pazo dos Deportes de Lugo, disputarán el Cafés Candelas Breogán y el Ucam Murcia. Y es que calificar el encuentro de crucial, situarlo como una final cuando aún resta casi toda la segunda vuelta de la competición puede parecer exagerado. Pero en este caso no es así.

Muchas de las opciones de los contendientes de permanecer en la Liga Endesa pasan por lo que ocurra esta tarde. Breogán y Murcia llegan con pésimas dinámicas —cuatro derrotas consecutivas los lucenses y ocho sus rivales—, y el que pierda, además del revés anímico que implicaría una nueva derrota y ante un rival directo, pasaría a ocupar la segunda de las posiciones de descenso.

No están, en estos momentos, ni los jugadores de Natxo Lezkano ni los de Sito Alonso para pensar en sumar un número de triunfos suficientes como para compensar un varapalo en el partido de hoy. Lo dicho, más que un partido, más que una final.

Otra de las claves estará en la capacidad del Breogán en paliar su debilidad en el juego interior

Desde la óptica local, el Breogán necesita oxígeno. Ganar al Murcia sería una bocanada. Distanciaría a los celestes en dos victorias que podrían ser en la práctica tres si su triunfo se produjera por más de doce puntos —el Murcia ganó en la primera vuelta (76-64)—, casi un mundo cuando el rival suma cinco victorias en 19 jornadas. Pero, además, y contando con el parón que detendrá la Liga desde hoy y hasta el 2 de marzo, ese respiro que implica la victoria permitiría a los breoganistas ganar un tiempo extra. Un período para plantearse la situación. Tras una victoria como esta será más fácil reconducir a un equipo que en las últimas jornadas estuvo más tiempo a la deriva que en tierra firme. Incluso se podría tomar alguna decisión que sirviera para lograr el equilibrio del que ahora carece el equipo. O, quién sabe, incluso se podría pensar en que Henk Norel, cuya evolución de su lesión sigue siendo uno de los secretos mejor guardados del mundo contemporáneo, pudiera reaparecer a mediados del próximo mes.

La derrota del Breogán sería la depresión. No solo permitiría igualar al Murcia sino que este habrían ganado los dos encuentros, lo que condenaría al Breogán en cualquier empate múltiple al final de la competición en el que estuviera implicado el conjunto murciano. Además, dejaría muy tocado anímicamente a un equipo que ha perdido simultáneamente  la fe en sus posibilidades y el acierto en las últimas jornadas.

Y hablando de acierto. Este domingo se enfrentan los dos equipos con peor porcentaje en los tiros de dos puntos (47,9% el Breogán y el 48,2% el Murcia) y también en los tiros libres ( 68% el de Sito Alonso y 69,8% el de Lezkano). También en el número de pérdidas por encuentro son de lo peor de la competición. Por lo tanto, es evidente que aquel que hoy limite el número de errores a lo que ha sido hasta ahora habitual habrá dado un paso adelante muy importante.

Otra de las claves estará en la capacidad del Breogán en paliar su debilidad en el juego interior, un aspecto deficitario en las últimas jornadas. Ese es un objetivo fundamental no solo por la importancia del rebote —hay que insistir en los malos porcentajes del Murcia y, por lo tanto, en la importancia de las segundas opciones— sino para conseguir que el ataque del conjunto lucense sea lo más fluido posible. El problema es que enfrente estará uno de los equipos más físicos de la Liga y buscará en sus puntos fuertes el punto de desequilibrio.
 

Comentarios