DE LOS TRECE enfrentamientos que Breogán y Murcia han protagonizado en la máxima categoría hay dos que han quedado marcados, uno en el recuerdo sobre todo de los aficionados breoganistas, y otro en las estadísticas.
En Murcia consiguió el conjunto lucense su triunfo más holgado en la ACB. Fue el 20 de febrero de 1993, y el marcador final reflejaba una renta de 36 puntos (62-98), favorable al equipo que dirigía Ricardo Hevia y que comandaban Velimir Perasovic (29 puntos en ese partido), Claude Riley (20 puntos y 11 rebotes) y Tim Burroughs (25 puntos y 12 rebotes). El conjunto murciano, con Nacho Suárez, Enrique Villalobos o Wayne Tinkle, estaba dirigido por Moncho Monsalve, que al término de ese encuentro protagonizó la rueda de prensa más larga a la que uno haya asistido. Y sin ninguna pregunta.
Precisamente Ricardo Hevia y Moncho Monsalve habían sido protagonistas dos años antes en una tensa semana previa a un trascendental Dyc Breogán-Juver Murcia, donde los dos equipos, en la penúltima jornada de la fase regular, se jugaban gran parte de sus opciones de evitar el ‘play off’ por la permanencia. El partido se jugó el 23 de marzo de 1991.
Todo empezó por unas declaraciones del técnico breoganista a este diario en las que aseguraba: "El Dyc Breogán tiene equipo como para ganar al Júver con la gorra". Al día siguiente, y siempre en este periódico, en una entrevista doble a Felipe Coello, entrenador del Júver, y a Moncho Monsalve, director deportivo del conjunto murciano, este último valoraba la plantilla del Breogán comentando que "Mike Giomi, siendo un buen jugador, no es el ideal para ese equipo".
Más madera. Hevia tampoco se calló al día siguiente, afeando las declaraciones de Monsalve: "No puedo decir que me sorprendan conociendo a Moncho. Parece que no tiene mucho trabajo en el Júver y quiere hacer horas extras en el Breogán, tengo que decirle a Moncho a ver si es capaz de respetar el trabajo de los demás", fueron algunas de las perlas del entrenador asturiano, publicadas ya el mismo día del partido.
Todo parecía indicar que no iba a acabar ahí la cosa. Monsalve tenía preparada su particular venganza. Los técnicos y dirigentes del Breogán habían logrado que no trascendiera la contratación del estadounidense Jim Rowinski. No se quería hacer oficial hasta el final del encuentro ante el Júver para que Mike Giomi, el que iba a ser sustituido, no viera afectado su rendimiento.
Monsalve, antes del partido, desveló ante la prensa el movimiento del Breogán lo que generó un gran revuelo —por aquel entonces las cadenas de radio hacían constantes conexiones a todas las canchas— y una dura discusión de un miembro del club lucense con el que era el secretario técnico del Murcia.
Al final, Hevia tuvo razón y su equipo ganó con la gorra (95-71). Giomi hizo su mejor partido de la temporada (jugó en la jornada siguiente en Manresa), el Breogán acabó jugando por el título y el Júver, por la permanencia. ¿Y Rowinski? Disputó con el Breogán el play off ante el Joventut.
