Zapatero apela a la ''dignidad del 23-F'' para evitar discutir con Rajoy

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha escudado en la "dignidad" que representa el 23-F para evitar entrar en una discusión con el líder del PP, Mariano Rajoy, cuando éste lo acusó de ser "un lastre para la economía". "No es día para discutir", dijo el jefe del Ejecutivo para recordar "la dignidad, la unidad y la lucha por la libertad que hubo hace 30 años en la Cámara Baja y en toda la sociedad española".

Zapatero ha zanjado así el debate abierto en la sesión de control al Gobierno la pregunta de Rajoy sobre cómo valora que la economía española haya caído el 0,1 % en 2010 frente al crecimiento del 1,7 % de media en la zona euro. El líder conservador acusó al presidente de no saber gestionar la economía, mientras éste replicó que el único programa del PP es "echarle a él la culpa de todo".

Zapatero ha destacado que la economía española creció el 0,2 % en el último trimestre de 2010, casi igual que la media europea, y ha añadido que entre 2008 y 2010 el PIB español cayó el 3% frente al 2,1% de Europa. A su juicio, esta diferencia no es muy significativa y se explica por los excesos del sector de la construcción, ya que sin ellos España "estaría creciendo en la media o por encima de la media europea".

Asimismo, ha pedido que se espere uno o dos años más para analizar mejor lo que ha sido el inicio de la crisis y cómo saldrá cada país de ella, en referencia a la acusación de Rajoy que le ha recordado a Zapatero sus afirmaciones de que España al estar mejor preparada que el resto de países saldría antes de la crisis.

Rajoy ha enumerado los datos negativos de la economía española, como la recesión pasada, el aumento de los parados, el menor número de afiliados a la Seguridad Social, el descenso de la matriculación de vehículos o la bajada del índice de confianza de los consumidores.

El líder del PP ha afirmado que Zapatero no sabe gestionar la economía y ha subrayado que no hay confianza en su Gobierno ni en él, no sólo fuera de España, lo que aumenta el coste de la financiación, sino también dentro, "por eso cuesta que haya inversión, y si no la hay no se crea empleo".

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