Vecinos de Soria se congregan en un último adiós a 'doña Concha'

Medio millar de vecinos de Soria han despedido hoy a María de la Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, conocida durante años como doña Concha en la capital del Duero, donde hizo de la discreción su carta de presentación tras contraer uno de sus hijos matrimonio con la infanta Elena.

Los vecinos se han agolpado en las proximidades de la iglesia románica de Santo Domingo, donde descansa ya doña Concha junto al que fue su marido Álvaro Marichalar, desde minutos antes del funeral, al que un buen número de ellos ha acompañado después a la familia en el interior de este templo cuyo frontal está considerado en el arte románico una Biblia en piedra.

Los asistentes también han tenido ocasión de dar el pésame a los hijos de la finada en el paseo de cien metros que han recorrido desde el palacio de los San Clemente, residencia de los Marichalar en Soria, y la iglesia románica.

El alcalde de Soria, Carlos Martínez (PSOE), que ha asistido a la misa-funeral, ha asegurado que con el fallecimiento de la madre de Jaime de Marichalar "se ha ido un pedazo de historia de la ciudad".

Martínez, que tuvo oportunidad de conocer en vida a doña Concha, ha señalado que fue una personalidad entrañable, "con un trato fácil y una conversación muy agradable, sin prisas". Además, ha reconocido que la finada era un personaje que sabía lo que significaba para Soria y que tenía a la discreción como una de sus señas de identidad.

En las temporadas que residía en Soria, Doña Concha, era una vecina más, a la que se podía ver desde realizando la compra hasta asistiendo a algún acontecimiento cultural.

La abadesa de las madres clarisas, Ignacia María, ha recordado que doña Concha mantuvo relación con la comunidad cristiana durante años, "con sinceridad y entrega".

Doña Concha, que alternaba su residencia entre Madrid y Soria, descansa ya junto a su esposo, Álvaro de Marichalar y Bruguera, fallecido en 1978 y con quien tuvo seis hijos, entre ellos Jaime de Marichalar, exmarido de la infanta Elena de Borbón con quien casó en la catedral de Sevilla en 1995 y cuyos hijos Felipe Juan Froilán y Federica Victoria la han despedido hoy en Soria.

La condesa, de 85 años, falleció en Madrid la noche del pasado jueves después de permanecer cuatro días ingresada en el hospital La Paz, como consecuencia de un ictus que le sobrevino en su residencia de la capital de España.

Natural de Logroño, la condesa alternaba su residencia entre Madrid y Soria, ciudad esta donde vivía en el palacio de los San Clemente, casa solariega originaria del siglo XII.

Hija de Ignacio Sáenz de Tejada Gil y de Matilde Fernández de Bobadilla y Echarri, había nacido el 29 de enero de 1929 en Logroño. En 1957 casó con Álvaro de Marichalar y Bruguera, militar de carrera e hijo del conde de Eza que fue ministro con Alfonso XIII y alcalde de Madrid.

El matrimonio tuvo seis hijos y el primogénito, Amalio de Marichalar y Sáenz de Tejada, es el noveno Conde de Ripalda desde que en 1724 Felipe V concedió esta distinción nobiliaria a Esteban Joaquín de Ripalda y Marichalar.

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