Iñaki Urdangarin rechazó la rebaja de la pena ofrecida por el fiscal del caso Nóos si devolvía el dinero

El fiscal revela en una entrevista que ha pedido una excedencia para ejercer de abogado y superar el "desgaste personal, profesional y familiar" que le ha generado el caso
Iñaki Urdangarin, a la izquierda, y Pedro Horrach
photo_camera Iñaki Urdangarin, a la izquierda, y Pedro Horrach

Iñaki Urdangarin rechazó devolver el dinero presuntamente malversado a través del Instituto Nóos a pesar de que el fiscal del caso, Pedro Horrach, le ofreció una rebaja de la pena que solicitaba para él en el juicio que se celebró hasta el mes pasado, que asciende a 19,5 años de cárcel.

"Yo planteé la devolución de todo el dinero presuntamente malversado, aplicar una atenuante de reparación y, si reconocía los hechos, una atenuante de confesión. Así la pena podría rebajarse sustancialmente", relata Horrach en una entrevista que publica este jueves la revista Vanity Fair.

El fiscal, que sostiene que no llegó a cifrar la rebaja de pena de la que se beneficiaría el marido de la infanta Cristina si pactaba, explica que planteó lo mismo a la defensa del socio del exduque, Diego Torres, pero igualmente no alcanzaron ningún acuerdo.

Horrach, que ha pedido una excedencia para ejercer de abogado, plantea que necesita liberarse de "la presión" y superar el "desgaste personal, profesional y familiar" que le ha generado el caso por las críticas a su posición contraria a la imputación de la infanta.

"Me han llamado abogado defensor de la infanta, corrupto, perro del Gobierno", señala el fiscal, que desvela que incluso ha llegado a recibir amenazas: "Me mandaron una carta con una foto mía junto a mi mujer con la palabra 'cuidado'".

El fiscal defiende su independencia, niega tajantemente que su postura respecto a Cristina de Borbón le fuera dictada por sus superiores y critica el daño que han causado a la Fiscalía la difusión de las conversaciones entre el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

"Si por mí fuera, ese señor (el ministro) estaría cesado de manera inmediata e incluso encausado. Lo que no es de recibo es que investiguen quién filtró las conversaciones, pero no su contenido", afirma Horrach.

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